I (ATALAYA, MELILLA)
Melilla, un cesto,
Miles de hilos entrelazados
Que chocan en Plaza España…
Melilla, mi microcosmos,
Mi pedazo de todo
Desafiando a lo inmenso.
Melilla, conquistadora piel,
Arenosa dama
Bañada por el Mediterráneo mar…
Melilla, cielo esmaltado,
Esfera cincelada
Con la lanza de Estopiñán.
Melilla, bañan tus alturas
Un modernismo respirable
Que parece callar al sentido…
Melilla, gritan mis laudes
Ahora lejanas, gritan rabiosas
Sin tus mañanas.
Melilla, a tus viejos vuelvo
Como un chiquillo
A pedir consejos…
Melilla, amiga, novia y madre
Del que arribe a tu húmedo costado
Con un recipiente vacío, miedoso, lleno, cambiante.
Melilla, quiero soltarme
En tu Avenida
A llorar soñando abrazarte…
Melilla, aprender de Jiménez
Y gozar junto a Nieto de
Una bonita obra de arte andando por la Victoria.
Melilla, en el Pueblo
Quiero observar las botas,
Las murallas, los nidos, las gaviotas…
Melilla, quiero sentir cada una de tus bodas,
Tus fiestas, tu espuma,
Encolerizándome en tus anclas.
Melilla, este poema tuyo
Está entrando en melancolía,
Pues noto en mis manos los pomos de tus puertas…
Melilla, mis piernas parecen
Andar solas elevando mi torso
Hacia tus cantos de atalaya norteafricana.
Melilla, déjame flotar
En las sevillanas de tu Feria
Mientras al grito de olé mueve el capote…
Melilla, tus farolillos y tus mantillas
Escriben en tus nubes
Millones de tradiciones.
Melilla, promete a este amante de tu Mantelete
Y tus Pinos que verá de nuevo
Por la Avenida de Juan Carlos I al morado Cautivo…
Melilla, llora este marinero
Sin tu sal en su cara…
Azul bandera, este poeta de tu siglo te espera.
Y mil lamparitas enciendo
A mil dioses distintos
Para algún día sentarme en tu Puerto
A observar como vuelven de lejos
Los mismos viajeros que rogaban partiendo…
Melilla, empújame a ti.
Luis Díaz