Colaboración de Alvaro Cordón










EDUCACIÓN Y ENSEÑANZA


PLANIFICACIÓN.

La Enseñanza es algo tan complejo y a la vez tan hermoso, que requiere, sin excusas, el respeto de todos. En muchas ocasiones, se dan opiniones de personas (le llaman debates) que enfatizan, afirman, condenan, critican, juzgan, dan directrices, señalan...
El único problema es que, en demasiadas ocasiones, una parte importante de esas personas, no tiene ni el criterio ni los conocimientos necesarios para evaluar una determinada situación educativa. Es cierto que tenemos un problema en la enseñanza, pero el problema real está en la educación.
Es muy fácil enseñar cuando la educación lo hace posible. La educación es la piedra filosofal de la enseñanza. Lo que más necesita la enseñanza, actualmente, es el sentido común, que brilla por su ausencia.
Se piensa que, para mejorar la enseñanza, hacen falta más profesores, más vigilantes, más dinero, más..., más..., más... El problema no está ahí, aunque nunca viene mal cualquier aportación, ni hay que despreciarla; los medios materiales pueden ayudar, pero no resolver.

Se va a educar:

- ¿A quién? Se educa a personas, y por tanto se habrá de determinar qué es una persona.

Antes de que la escuela pueda incidir en la educación, los futuros educandos requieren de su entorno familiar cubrir unas necesidades imprescindibles para que su desarrollo como persona sea adecuado y positivo. El problema fundamental es de fondo, y mientras no se resuelva, muy difícilmente se logrará mejorar la enseñanza. No podemos olvidar, que la niñez es el periodo educacional más importante en la vida de una persona. Obviamente, para educar con posibilidades de éxito a un niño, hay que preguntarse: ¿qué necesidades vivenciales básicas tiene la niñez? Los niños tienen dos necesidades que resultan insoslayables: por un lado, necesitan sentirse atendidos y queridos, no consentidos ni atosigados a caprichos; y por otro, necesitan sentirse guiados, necesitan que sus padres les indiquen qué límites tienen que guardar, necesitan que sus padres sepan decir sí y no.
La niñez que no goza de estas dos premisas, es una niñez: insegura, inadaptada, que muestra desinterés y desatención y que resulta caprichosa e irrespetuosa. No hay más que interesarse y observar un poco, para poder constatar la veracidad de tales premisas.

- ¿Para qué? Para formar ciudadanos responsables, preparados, con criterio propio,
solidarios y respetuosos con los demás y consigo mismo.

- ¿Cómo? Educando con criterios correctos, en la exigencia, la responsabilidad y el bien
hacer, y no dando facilidades a la impunidad y la vagancia.

La enseñanza necesita de soluciones que sean razonables y fundadas sicológica, social e intelectualmente. Es imprescindible que se saque a la enseñanza del saco del pasado y que sus soluciones se busquen desde la perspectiva del presente y del futuro, sin tener que soportar el lastre de unos estereotipados prejuicios que se pierden en la noche de los tiempos. Hay que tener la osadía y la lucidez de mirar hacia horizontes más diáfanos, hay que salir de la cárcel del pasado, hay que caminar.
Alvaro Cordón Flores