Romance al pueblo judío
Semilla ancestral que luce
Como estandarte una estrella,
Un candelabro sagrado
Siete brazos que flamean,
Preservando en su fe
Va pasando por la tierra
Y es la esperanza, el soporte
Donde se afianzan sus piernas.
El pueblo sigue esperando,
Milenios hace que espera
Una palabra divina
Que confirma una promesa,
Un compromiso de D.
Pacto con la sementera
De Abraham y de su prole,
De Sara y su descendencia.
Es la historia de este pueblo
Una muy amarga experiencia,
Que como ejemplo de Job
Sufre con larga paciencia,
Pues toda consagración
Gran sacrificio conlleva.
En su alma lacerada
Cicatrices que recuerdan,
Heridas que se cerraron
Con dignidad y entereza,
Que esta estirpe de leones
Nunca humilla su cabeza.
Pueblo que vienes de antaño
Sobreviviendo tragedias,
Lagrimas que tu resuelves,
Con vocación de colmena,
En panales y dulzores,
En cantos, rezos y fiestas,
El sudor de tus afanes
Por tu frente se hará perlas.
Este pueblo tan sufrido,
Que solo ante D. lamenta
Sus penas y sus aflicciones,
Sus rechazos y sus afrentas,
Ha de tener un buen día
Su divina recompensa.
Judíos universalistas,
Humanistas de primera,
Hombres de altos valores
Que aportaron a la tierra,
Con altruismo y tesón,
Inigualables proezas.
Pueblo de grandes talentos,
Medicina, arte, ciencia,
Descubridores famosos,
Famosos hombres de letras.
Israelitas de alta casta
No decaiga vuestra fuerza,
Nadie logre derribar
Vuestra fortaleza eterna,
Que hasta el nombre de Israel
Significa fortaleza.
Seguidores de lo sagrado,
Que defendéis con nobleza,
Como el león de Yehudá
La corona de realeza,
Conseguiréis, cual David,
Arribar a vuestra meta,
Pues vuestro estandarte eterno
Siempre ha de ser la estrella,
Y la esperanza y el soporte
Donde afiancéis vuestras piernas.
Fortu Bitán