Poema de Manuel La Parra














SENSIBLE AL MAR

Tan floridas y esponjosas

mar bravía son tus gotas

de las aguas salpicadas,

cuan polen de en nortadas

isobaras borrascosas.


Oradas manos calizas

sin ser ellas de piedra ¡no!

sino de carne y de hueso,

abiertos mis nudos puños

guardanme de tus palizas.


A mi cara quejumbrosa

lágrimas mis ojos sueltan

cuan cascada de desdichas,

saladas aguas me lloran

impotencia melindrosa.


Aunque son nubes las tuyas,

cargadas de indolencias

de madre naturaleza

con desesperadas ansias,

por limpiar tiznadas hullas.


Salpícame hermoso mar

dándome esencias graciosas

que tus sabores son yodos,

cautos haberes sin bocios

y amparo de crecimientos.


Que yo remaré experto

en amarte y renegarte

por salitre en mis partes,

marino haces con arte

al llorar pisando puerto.


Y volver a ti nuevamente

cuando por yo añorarte

mí vida es un destierro

engarfiado por merchante,

que a tu merced convierte.


Y cuando tú me poseas

olvidos serán recuerdos

y el cráneo en tu osario

rocosos esparcimientos;

huesos serán areniscas.


Manuel La Parra Ripio