…¡Y SIEMPRE TIENE QUE HABER ALGUNA GUERRA!
Duelos, espantos,… guerras renovadas
por donde gimen todas las heridas;
rojas metas en tumulto engalanadas
entre tierras que crecen aguerridas.
La corriente de sangre se descubre
entre una luz purpúrea que se entinta
y el Adam de los tiempos se recubre
de una estampa de gloria en aguatinta.
Triste imagen de un niño con heridas
que hacia un turbio hoyo se aproxima,
donde yace tumbada en el suelo
el sustento y el origen de su vida.
¡Ya le asaltan las sombras de los velos,
negras velas arribando hacia su cima!
Carmen del Pino (Carpino)