El 13 de Junio de 1936, en el número 10 de la calle General Marina de Melilla, nace Antonio César Jiménez Segura, que años después, será conocido por nuestra ciudad con el nombre de César Jiménez.
Cursa sus estudios primarios y de bachiller en el colegio La Salle El Carmen y en el antiguo y único Instituto de Enseñaza Media con el que por entonces contaba Melilla.
Desde su niñez se destacó por el amor hacia el mundo del espectáculo, llegando a tener actividad en múltiples terrenos; desde el ilusionismo, donde creó el personaje del Mago Lupán y posteriormente el Profesor Rasec, que le supusieron los Grandes Premios Extraordinarios en distintos concursos, pasando por la radio, el circo, la canción lírica y melódica, la pintura, la televisión y, por encima de todo, el Arte de Talía, el Teatro, en el que se volcó con toda su pasión. Rara era la actividad artística celebrada en Melilla donde César no estuviera presente, trabajando y colaborando siempre de forma altruista allá donde se le necesitara.
Excelente actor y muy apreciable tenor, se formó en la música bajo la dirección del inolvidable Don Manuel Macías y en el Teatro en el cuadro Artístico de Educación y Descanso, que por entonces dirigía Don Luís Pérez Gutiérrez. Desde la zarzuela a la comedia le valieron para velar sus primeras armas, que luego ya desarrollaría como profesional en importantes compañías teatrales nacionales y otras más modestas, con las que recorrió España entera, trabajando con los mejores actores de su tiempo, que fueron para él una auténtica escuela donde aprendió todo lo concerniente al Teatro.
Si como actor fue grande, no desdeñaba César nada que estuviera relacionado con la escena: figurinista, escenógrafo, maquillador... él cuidaba cada detalle con gran ilusión y profesionalidad. De ahí nacieron sus grandes dotes como director, pues todo lo sabía y a todo se aplicaba con entusiasmo.
Tras una etapa de ocho años en la Península, por razones de familia regresa a Melilla, donde funda en 1966 la Agrupación Artística Tallaví, su gran obra cultural que dio cabida a varios centenares de melillenses que debutaron bajo la dirección de César y ofreció a Melilla muchas decenas de obras, desde sencillos y cómicos sainetes hasta los grandes clásicos del teatro griego, siempre con éxito entre los conciudadanos.
El Teatro fue su vida, su única pasión y su mayor vocación. En cierta ocasión expresó su deseo de ser enterrado con un libreto de teatro; voluntad que se cumplió y hoy sus cenizas descansan junto al último libro teatral que tuvo en sus manos.
Falleció en Madrid, el 28 de septiembre del año 2000.
Melilla, a través de sus representantes municipales, le dedica cada año un Memorial de Teatro y un Certamen de Teatro Escolar. También tiene dedicada una calle en la nueva urbanización de la explanada de San Lorenzo.
Una original escultura, obra de Mustafa Arruf le recuerda en pleno centro de la Ciudad, gracias a la iniciativa del Gobierno de la Ciudad Autónoma, causando la admiración de propios y visitantes, que se fotografían junto a ella en recuerdo de su paso por nuestra tierra.
César Jiménez fue nombrado Miembro de Honor de la Unión Nacional de Escritores tras su fallecimiento.
La Unión Nacional de Escritores de España quiere recordar con este artículo, escrito por el hermano del actor, Amalio Jiménez, a quien fuera una de las figuras más insignes de la cultura melillense.
Mañana, día 28 de septiembre, se cumplirán once años de su fallecimiento.