¿Qué soy viejo? ¡Lo sé!
Lo dice el calendario cruel,
Pero lo que no dice, niña,
es que tengo el corazón tan grande
que lo pongo a tus pies.
Niña de los pechos duros
Y los sentimientos tiernos,
Acepta mis pobres requiebros
y déjame que bese con fervor
cada pliegue de tu cuerpo.
Niña, se compasiva con él
y dale una limosnita de amor
que por culpa de otra mujer
se le ha partido el corazón.
Con él se compasiva, niña
Y sigue dándole limosnita
Veras como poco a poco
la angustia toda se le quita.
Niña, sigue siendo compasiva
Y reparte de amor más limosnita
Que no tengo roto el corazón;
me estoy muriendo de envidia.
Emilio Sánchez