SINFONÍA DEL TIEMPO
No descansa el tictac del reloj machacante,
en su pulso regular no detiene las horas;
y aunque llevo la cuenta yo no veo demoras
en mi tiempo, que huye, con zancada constante.
Se desagua la fuente, mi venero se agota;
sin volver a manar, entre piedras se muere.
Me conduce al compás cuyo ritmo sugiere
un eterno lenguaje de la cíclica gota:
-La que ensancha los mares y alimenta el olvido.
Es ceniza volátil que, en el cosmos inmenso,
donde nada termina ni tiene un comienzo;
con recato de mi breve existencia, yo mido.
Y en la gárgola satírica de los tiempos felices,
donde al ripio arcano responde el que arrulla,
van tiznando incansables las briznas de hulla;
van mermando el alcor del suave sílice.
Consonante es bermeja en mi jazmín de luna
que, me tienta a los brazos del azul eterno,
al homónimo de rima que se me hizo invierno;
donde el rejón de las hojas se lima y acuna.
Carmen del Pino (Carpino)