EL MÚSICO Y SU VIOLÍN
¡Cómo quería el músico a su violín!
Lo mimaba, lo cuidaba,
lo miraba con cariño,
y cuando hacia vibrar sus
cuerdas acompasadamente…
una corriente íntima corría
del violín a él hasta unirse
fuertemente como si fueran un solo ser.
¡Hermosa fusión del arte y el amor!
Señor, yo quiero ser tu violín,
y dejarme cuidar y mimar por ti…
hasta fundirme en tu ser.
quiero que mis cuerdas transmitan
tu cariño y ser instrumento de amor,
que deleite a todo el que me oiga o
al que me pueda ver.
Quiero ser tu violín Señor, acógeme.
Pilar Baixeras