Más que dar, la caridad está en comprender
(José María Escrivá de Balaguer)
Adelaida Díaz Gálvez |
Querido Carlitos, te llamaba siempre así, que pena me dabas, siempre le pedía a Dios que vuestras vidas cambiaran.
A ti siempre te aconsejaba. Platón decía que aconsejar es casi ayudar, tú me contestabas: No me des consejo dame dinero. Proverbio español, maldito sea que casi todo lo tapa.
Te hubiera dicho antes que tu mente no estuviera en esos negros abismos. ¿Por qué no te enfrentaste con el mundo y confesaste que eras gay?
Porqué esa situación de secretismo, porque tú y muchos más con sus actitudes exhibicionistas que son motivos de criticas. Decía García Lorca que no le gustaban los mariquitas de volante y pandereta y el pobre hombre cómo terminó.
Pero no me quiero apartar de ti, pienso, como tú y todos los demás, esto lo hacéis como venganza ante una sociedad que no os tolera, que os margina.
Ninguna madre desea tener un hijo gay pero si les ha tocado hay que aceptarlo, aconsejarles y procurar que nadie haga una maraña de falsas criticas.
Comprendo que todas las madres son cobardes empezando por mí. Porque hay personas buenísimas pero otras mejor no hablar. Antes de tener un hijo criminal y mafioso prefiero un hijo gay, pero si me hubiera tocado lo aceptaría, procuraría aconsejarle.
Y no pienso que muchos padres no son culpables de lo que son los hijos, conozco muchos padres excelentes que sus hijos se han perdido en este mundo a veces tan decepcionante. Mis hijos y yo te recordaremos pues era una amistad de toda la vida.
Por vicisitudes de la vida tú has sido una víctima mas de una ciudad pequeña que necesita tener algo de que hablar como un velo que tape otras cosas mas importantes.
Me gusto lo que de ti escribieron tus COLEGAS, me hubiera gustado escribirte antes pues me cuesta asimilar las desgracias personales, muchos dicen que es depresión, yo mas diría decepción.
Bueno, Carlitos, ya estás con Dios, te habrá abrazado y te dirá ya no eres un fracasado. Pídele por tu madre, por los todos los que te quedan y por todos los que nada aceptan.
Adelaida Díaz Gálvez