El día y la hora


¡Dímelo!
No me dejes en medio de las sombras.

¡ Háblame !
No me hagas silencio de promesas.

No quiero ser el humo de un cigarro
vagando en las tinieblas.

Que no quiero caerme de mi rama
como hoja en otoño.

Que no quiero llegar hasta Tu casa
con el traje manchado.

Avísame, Señor,
Que no quiero llegar hasta Tu casa
para quedarme fuera

Amalio Jiménez Segura