Microrrelato: Zulaima

Marilén Cosano
Zulaima lloraba y lloraba sin consuelo. Había roto sin querer su preciado tesoro de cristal y era consciente de que jamás volvería a brillar con aquella intensa armonía.

Un río de lágrimas fluyó desde lo mas intenso de sus sinsabores y un festón de sal la rodeó a lo largo de un largo verano.

Cuando la luz se apagó una gran piedra le prestó su gracia y zulaima volvió a sonreir.

Marilén Cosano