Al joven tronco de un
árbol.
¡ Tres vidas! Y cada cual
en su tallo.
Lamúsica, el tiempo,la
cordura
Lo llevaban al pasado.
Hace nada-se decia-era yo
rama de un árbol.
¡ Tres ramas ¡ y todas
ellas
Van abriéndose su espacio.
Brotan con fuerza hacia el
cielo
abriendo inmensos sus
brazos.
Brillos intensos de vida,
luceros desperezados.
El tronco adquiere su
anchura
de largo se ve doblado,
sobresalen en corona sus
tres ramas
y así lo van abrigando.
Hace nada -se decía-
Aquí os habéis deshojado.
Todo lo absorbe ese tronco
Sin embargo, está doblado.
No se queja de su peso
Se sabe nido de paso...
Chus Feteira