un rico presente, un
símbolo de paz,
un sitio donde la tierra
inspire esperanzas.
Vieja dama, marcada por la
historia,
influyen en tu memoria las
defensas,
los castillos, los
militares, los religiosos,
en enfrentamientos
territoriales, nacionales.
Resplandece bajo tu
asombro
tus periodos de paz, de
corta duración,
que se convierte en el
estruendo
vociferante de
generaciones sin conocerla.
Pero ahora late en tus
fronteras el corazón que beso,
la espuma radiante que
inspira al compositor,
bajo este nuevo mapa de
alianzas,
un inmenso pájaro que
recorre la tierra
a sones de violines.
Y así mientras reconoce…
tu pensamiento abre tu
tacto,
enciende la concordia
y de tus labios, tu fuerte
voz,
anuncia la palabra paz.
El viento la albergue en
el tiempo.
Transita por todos los
rincones de la ética.
Viva perenne en el corazón
de tu gente.
En un alma que censura.
Miguel Ángel
Matamala