Tradicionalmente,
el autor literario siempre ha sido un demiurgo, un infalible hacedor de mundos,
capaz de crear el universo y decidir la fortuna de cada uno de sus personajes.
Pero cuando alguna de sus inocentes criaturas consigue dar con la fórmula
mágica para evadirse de su obra, para traspasar los limites prohibidos, se
produce un golpe de mano en el Imperio, y el Todopoderoso es derrocado,
humillado y despojado de su omnisciencia por un insurgente rector de los destinos,
un renovado líder supremo que cambiará el orden de las cosas.
En esta obra, el
autor juguetea traviesamente con los materiales de la construcción narrativa,
empleando recursos como el original y divertido “rapto intertextual” que se
produce cuando un personaje literario como Don Juan Tenorio es ridículamente
secuestrado de su propia obra y puede interactuar con Pablo, el protagonista.
Otro artificio destacado es el conflicto metaliterario que se plantea cuando se
descubre que Pablo es poseedor de parte del manuscrito original de esta obra,
es decir, del mismísimo texto que el lector tiene entre sus manos, teniendo
incluso la posibilidad de anticiparse a su lectura o, aún más allá, de eliminar
pasajes que aquél jamás conocería. “El manuscrito deshabitado” es una incursión
de Francisco Serrano en el terreno de la novela corta, ya que hasta la
publicación de este trabajo había centrado su labor literaria en otros géneros,
como la poesía o el relato breve.
“El manuscrito
deshabitado” está publicado por Murcia Libro,
empresa colaboradora de la Unión Nacional de Escritores de España.