Poema de Juan Antonio Pellicer
voy esculpiendo mis momentos
uno tras otro con el cincel
legado por cada recuerdo;
de golpe seco como el adiós
y aroma imborrable como caricia
infinita
en el vacío que deja la
despedida
voy labrando -inverosímil
lapidario-
letra a letra palabra a palabra
otra incierta verdad.
La del río que oigo y no veo,
la de la risa en la ausencia
y la caricia en el deseo;
la palabra muda que hace daño
y te parte el alma:
la que solo fue anhelo
quedando asida a él para
siempre
en esta y en la otra vida;
aquellas lejanas y tan
presentes palabras
que escuché de mi padre cuando
ya no estaba.
En este presente que ya es
pasado,
van quedando amontonadas todas
las que no dije
haciendo imposibles los
regresos,
en este tiempo bautizado de
indiferencia
tengo que escribir una letra, ¡solo
una!,
una que con tinta de lágrimas
escrita dejé en un papel
borrado ayer.
Sé, que quiero ser…