Poema de María del Carmen Gago Florenti
Decir distancia es apenas un suspiro.
Hablar
de tiempo es correlación de afectos.
Medir
cariño es transitar sobre un mar sin horizonte.
Todo
se mixtura dentro del búcaro de miel
donde
tintinea el cascabel de las horas.
Con
las velas extendidas llevando luz en el mástil,
se
escuchan desde la orilla viejos ritmos de Lambada
cuando
el crepúsculo dormita sobre las palmeras
y el
cajueiro adquiere tintes de fantasma tutelar.
Hay un
puente tendido hacia el infinito
por
donde circula el sonido de las risas vespertinas,
mientras
la madrugada se viste de amapolas
en el
lugar de donde parten las ilusiones.
Desde
allí sabrás que todo retorna cada día
para
saborear el néctar del recuerdo.
26-Octubre-2012