Poema de José Luis Benítez
De mis penas,
niebla,
suyas.
A mis nieblas,
penas,
tuyas.
Suyas,
tuyas;
apenas nieva.
Mas no mías,
sin manías.
Que rompen las olas,
que naufragan los moldes.
Que no pintan nada.
Que sólo reflejan recuerdos torcidos,
la luz sin fulgor.
¡Qué barcos, qué moldes, qué velas...!
¡Qué mares los surcan sin agua encallada!
De mis nieblas,
tuyas.
A mis penas,
suyas.
No mías,
sin manías.
Oquedades...
El viento, la vida, el mar...
tempestades.
Mas no mías,
sin manías.
Soledades.
Que quedan paradas
cual barcas erradas
en un corazón.
Mas no mío,
ni tuyo,
ni suyo.
De nadie el perdón.
Corazón tuyo,
suyo corazón.
Lágrimas al viento que fraguan amor.