Poema de Ana María Rodríguez Melguizo
para poder escribir
sentimientos tan profundos
como quiero transmitir.
El lenguaje no describe
lo que siente el corazón,
pues, ¿cómo plasmar en frases
aquello que siente el alma
y desborda la razón?
Sangre de una misma sangre,
el amor partido en dos
corazones que latieron
en un solo corazón.
Tu alegría es mi alegría,
tu dolor es mi dolor,
dos caminos diferentes
unidos por el amor.
Y al transcurrir de los años
le doy mil gracias a Dios
porque Él te pensó en mi vida
y por ser tu hermana, yo.