Poema de Miguel Ángel Matamala
A solas con el alba se ha quedado,
en esa habitación oscura y sombría
de un hotel degradado.
Entre sábanas de hilo
su desnudo ha tajado el amor,
un amor deshabitado, exiguo,
dilapidado en ausencias.
El viento está elocuente esta mañana
y fluye con aromas de libertad,
y en su intimidad de desamparo
renace la hoguera de la rebelión.
Mas se deshace en llanto la algarabía pasada,
dónde anida el desagrado con inhóspito disimulo
para ser una estrella lunática,
dónde solo ven la satisfactoria suavidad de su piel.
Febrero 2013