Poema de Laura Aguirre
el rubio las violaba,
y las estrangulaba.
Yo apenas lo entendí.
Pero
se vio la escena
en donde el comisario
hace unos comentarios
y entonces comprendí
Que esta clase de gente
tiene bajos instintos
que de modo sucinto
los expone él aquí.
No pueden controlarse
-o no quieren hacerlo-
pues no hay más que
verlos,
que obran fuera de sí.
La esposa espera en
casa
al comisario jefe
al que mantiene trefe
por no comer allí:
ella le ha preparado,
un plato inmasticable,
él quiere ser amable
aunque sin engullir.
Comentan los sucesos
del criminal dichoso
tienen en calabozo
a un inocente, sí.
El criminal mataba
usando su corbata
que en cuello de la
víctima
dejaba enroscada.
El inocente escapa,
llega a casa de Ross,
que es el asesino
y es el violador.
Detrás va el comisario
y llega hasta su casa;
en su cama el cadáver
de otra triste
muchacha.
Sssssssssh se oye un
ruido,
se oyen unas pisadas;
son las del asesino
arrastrando una caja.
Y viendo el comisario
algo que lo delata
le dice: “Señor Ross,
no lleva usted
corbata”.