Poema de Francisca Burgos Roldán
De las
cuevas de Granada,
Del
barrio del Albaicín,
Junto a
la vera de la Alhambra
Al laíto del
Genil.
De noche
cuando la luna
Brillaba
con esplendor,
Se
arrullaban dulcemente
Jurándose
un gran amor.
Un amor
dulce y sencillo,
Pero tan
bello a la vez,
Que la
luna y los luceros
Sentían
celos de el.
El cogía
a su gitana
Y la
besaba con ternura,
Y aupándola
hasta el cielo
Le decía:
¡Eres mi amor y dulzura!
Una noche
sin saberlo
Algo pasó
entre los dos,
Y la
pobre gitanilla
Se quedó
sin corazón.
Fue
vagando por la Alhambra
Llorando
desesperada,
Aquel
amor que ella tuvo
Como en
los cuentos de las hadas.
La
Alhambra le contestaba
A través
de sus murallas,
Con un
quejío profundo
Que
desgarraba hasta el alma.
¡No le
busques, gitanilla!
Sigue
danzando en la zambra,
Y olvida
aquellas promesas
Que en
falso, él, te juraba.
Una
mañana temprano,
Cuando
despuntaba el alba,
El viento
trajo un suspiro
De
aquella pobre gitana
Que moría
por amor
En un
rincón de la Alhambra.