Poema de Pilar
Baixeras
esta mañana, la pequeña amapola,
al compas del viento,
solitaria…
sus compañeras no han podido resistir
el sol intenso; y han caído en el surco.
¡está el campo tan seco!
Con su tallo erguido, desafiando al viento,
parece susurrarnos quedo, muy quedo:
manteneos alegres, aunque los tiempos
sean adversos; todo tiene su proceso.
Mañana lloverá…y bellas amapolas
crecerán de nuevo.