Poema de Juan A. Pellicer
entre
millones de colores,
creando
espacios infinitos
en propuestas
que se ocultan
donde todo
está por descubrir;
aparecen las
sombras
hiriendo
voluntades temerosas
en la noche
que creímos eterna.
Caminos estelares
cruzándose
entre la
emoción de lo intangible
y el deseo de
perderse y olvidarse;
entre la
pasión y la crueldad
de la
separación verdadera
escrita en el
azul del cielo del ayer.
Aparecen las
sombras, sin avisar,
como heraldos
de dudas,
espejos
irreconocibles de una sola cara
con muecas de
millones de palabras,
brindando la
oportunidad –acaso la última-
para
aferrarnos a los sueños,
a
todos…
también a los
que quedaron por descubrir.