Carlos Mateo Pérez Llorente |
Felicitación de Carlos
Mateo Pérez a Juan A. Pellicer por el galardón de la Unión de Escritores
“En los tiempos que corren, en los que parece que
los valores humanos se han ido degenerando, hasta llegar casi a perderse,
resulta reconfortante para el espíritu ver que surgen, como por encanto,
figuras señeras, cual es el caso de Pellicer.
En su obra, está omnipresente su gran sensibilidad poética
que es perfectamente perceptible, tanto en las imágenes que capta su cámara
como en los poemas que las propias imágenes le inspiran.
Con sus fotografías y sus poemas va sembrando, en
el universo, semillas de emoción desprendidas de su alma soñadora. Semillas
que irá delicadamente regando con el manantial de las aguas más cristalinas y
refrescantes que albergan sus
pensamientos.Pellicer – el poeta de los “versos de azul”, de “letras
para la ilusión”, de “haíkus de una vida”; el poeta, escritor y fotógrafo que
promovió y se ocupa y preocupa de que todos los meses salga como un reloj, con inequívoca
impronta militar, la revista digital “Letras de Parnaso”, es una persona capaz de
encontrar belleza en todo, en cualquier cosa de la naturaleza, sea grandiosa o
insignificante; es tan capaz de apreciar
la grandiosidad de los mares y del horizonte infinito, los colores y aromas de
las más delicadas flores, como es capaz de apreciar, en el óxido del
hierro, el color ocre con toda una gama
de tonalidades y matices que aparecen en la humildad de la, para
muchos, fea y despreciable herrumbre. Y todo ello es también capaz de
transmitirlo con los más profundos sentimientos.
El polifacético Pellicer, autodidacta en el arte
del bien decir y de la imagen, aprendió a captar la belleza natural con su
cámara y palabras; pero también aprendió a captar el valor de los silencios,
tan repetidos en sus composiciones.
En realidad su obra es más grande que extensa,
porque en ella se encuentra la grandeza de lo humano, la grandeza de los
sentimientos cuando se expresan con libertad, cuando no se siente la necesidad
de ajustarse a la métrica poética, evitando así cualquier condicionante del
verbo. Las composiciones de Pellicer nacen de la pureza que hay cuando las
palabras son suplidas por el corazón.
Pero además, Pellicer destaca también por otras
muchas virtudes, entre ellas sus capacidades de liderazgo, de síntesis, de
análisis y de comunicación; de saber ser, estar, proyectar, emprender,
gestionar, armonizar y coordinar,
haciendo las cosas bien y a su tiempo, nada fácil en la época que vivimos…”
“…Pellicer, en sus silencios, guarda muchas cosas,
muchos sentimientos que, sin expresarlos con palabras, sus bien escogidas
imágenes le delatan, proyectando la trascendencia de su gran humanidad, aunque,
en esto de las imágenes también hay alguien más que le influye, le complementa
y hace honor al dicho de que “al lado de un gran hombre siempre hay una gran
mujer”. Vaya también para Jero mi más cordial felicitación.
Por cuanto queda sintéticamente expresado, es para
mí una gran satisfacción y un gran honor
adherirme y solidarizarme con este merecido acto de imposición, a Juan
Antonio Pellicer, de la más alta distinción que concede la Unión Nacional de Escritores
de España, la medalla de San Isidoro de Sevilla -que, como sabemos, fue santo
nacido en Cartagena como el propio Pellicer- quien sabrá llevar la medalla que
hoy se le impone con tanta dignidad como los méritos que le han hecho acreedor
a ella.
Recibe, Juan Antonio, mi más sincera y efusiva
felicitación con mi más cordial enhorabuena”.
Fragmento del texto
remitido por Carlos Mateo Pérez Llorente para el acto de entrega de la Medalla
de San Isidoro a Juan A. Pellicer.
El texto, con un poema
del propio Pérez Llorente dedicado al autor homenajeado, fue leído por Jerónimo
Conesa.