La última dulzura


Poema de Fernando Fiestas

A veces miro los guijarros
redondos
que bordean las fuentes
y busco en cada trozo
de agua el cielo
que abandoné.

A veces no me encuentro.

Sucede que mi sombra
se hace vieja,
pesada,
de piedra y plomo
y ya no me acompaña
como solía.

Y me llegan visitas diariamente
no importa si de un árbol,
los hijos o la lluvia.

No me conozco
ni me imagino.

Los nombres huyen de las cosas
y afloran los murmullos
con la mudez de mi conciencia,

en mi regreso.