Canción
de Ana María Catalá
la pena por el desdén que me demuestras,
llorando paso las noches y los días
notando cada vez más tu indiferencia.
Callada, sin que me oigas una queja
voy hundiéndome en el mar de mi tristeza
sin querer hacerle caso a la evidencia
de que ya, no formo parte de tu vida.
Veo en tus ojos la verdad sin que la digas
pero mi ser a estar sin ti no se resigna
quiere pensar, sólo
pensar, que estoy dormida,
y al despertar, terminará mi pesadilla.
Este amor mío es un amor sin desmedida
y aunque los celos me lleven a la locura
y en mí se claven como un puñal de tortura
no podré nunca desatarte de mi vida
Sigo sin querer darme por enterada
aferrándome a una esperanza ya perdida
disimulando que me creo tus mentiras
para vivir cerca de ti, aunque no viva.