Poema de Asunción Caballero (Mascab)
sus partículas pincharon las palabras
y se desangran por sus púas las calles.
Una diosa anda suelta,
con vestido de inocente amapola
sus tacones hollaron las nubes.
Se baña en el lago de las alabanzas
y acrecenta con saliva rancia
su reinado altísimo.
Consiente beneplácita,
que los mosquitos laman su ego.
Cuando la
noche estalla,
copula con la sangre rastrera de las orugas
y pare
escombros al amanecer.