Poema de Carmen Aguirre
y volveré a ser Todo y a ser Nada.
Nada seré… Tan solo un semillero
de gusanos hambrientos, devorando
mi carne hasta llegar a las raíces
de los huesos. ¡Ya nada quedará
de lo que en mí habitó! Desde el intante
en que quiebre la luz, polvo seré…
un puñado de polvo aquí en la tierra.
Mas existe otra vida que no muere,
y en su impalpable esencia seré un Todo:
Llamarada de fe, de nuestro espíritu,
cuya divinidad es infinita.
Y aunque mi cuerpo yazca en el sepulcro,
cubierto por las sombras…
mi alma resurgirá sin atadura
volando libremente hacia la albura.
(Soneto con estrambote en verso blanco).