Poema de Leonor
Villaseñor
lejos
tus ojos brillan como
el cristal que alumbra
el Sol.
Son tus manos
delgadas que pide
un pedazo de amistad
entre los sueños de tu
recuerdo. En un naufragio
de dudas
duermen las rosas
en tu vestido de los
Domingos
en el calendario de números
perdidos.
Volverán las oscuras
golondrinas.
Alzarán sus vuelos
en libertad
donde la soledad
atraiga los sueños.
Cantarán las horas
en el azul del
Mar.
Dormirán las hojas
en el llanto
de tu despertar.
Caminaran desnudas
en el silencio
de tu alma
cansada.
Sus manos frías
acariciaban las
hojas caídas.
Sus pies descalzos pisaban
la arena
de una playa olvidada
de sentimientos
buscando la soledad
entre ríos de gloria.
La muerte llamó a la puerta
donde las voces
duermen en el silencio.
Ella corría por los
espacios infinitos
donde los espejos
de sus sueños.
Sus ojos miraban
en el estrecho
azul del mar.
Sus manos acariciaban
las olas.
Sus labios besaban
el terciopelo del aire.
Qué amor tan
esperanzado tenían
la tristeza junto
la vida de pasos
enredados entre
sábanas de papel.
Te busqué entre
los escombros de mi
memoria perdida.
Locura fueron los días
de tenerte junto a
la hoguera de mi destino.
Te encontré perdida
entre las tumbas
de un diccionario sin
letras
donde los sueños cabalgan.
Te busqué entre
los libros de la Plaza Alta.