Poema de Pasión Alcaraz
como la primavera, como el
verano,
como el otoño triste, con
su color pardo.
Mientras las cumbres se
visten de blanco,
el frío avanza,
y al llegar la noche nos
cubre de escarcha.
Delante de la vieja
chimenea,
cubierta de lana,
escuchando el crujir de
las ascuas,
casi apagadas.
Querido invierno, querido
hogar,
amigos siempre de la
soledad.
Soledad inquietante,
soledad invernal,
y de compañero siempre,
el mejor libro, el mejor
ejemplar.