Poema de J. pellicer
la música suave que llega al corazón;
somos la experiencia de la luz
en el umbral desconocido de la esperanza;
un roce con la exquisita sencillez de la fragancia
asidos del alma al instante de místico silencio
abrazados a lo que fue nuestra última palabra.
Somos como ayer y mañana
en las quimeras desbaratadas
por los que dejaron de estar;
la ira y la vergüenza
en la cara oculta de nuestras noches mas oscuras;
somos los trozos de perdón
que quedaron esparcidos en los arrabales de la indiferencia,
somos
como ellos;
…
somos todo.
En este hoy de sombras,
de eclipses de amor en horas confundidas;
en este mar cautivo de sueños
entre solitarios acantilados,
vamos siendo los gigantes pequeños
que perdieron la fuerza
en los templos construidos de amarguras.
Camina el hombre
siguiendo la estela de lo que dicen que es,
…de
lo que dicen que somos.