Poema de Hipólito Romero Hidalgo
de azahares, amarillos y
grana,
y los rayos de sol
irisando
contemplan la dulce
mañana.
Qué paisaje al final de la
senda,
que a través de la
acequia,
la noria, impulsaba sus
palas,
vertiendo su fuerza,
extrayendo el murmullo del
agua.
Abril, ha traído a tu casa
un velo de novia,
con aroma de azahar,
limoneros cuajados,
nidos de pajarillos,
que sujeto a las ramas
te quieren cantar.
Perfumes de rosas
con miles recuerdos,
el ayer y el hoy
desgranan tus versos.
Entre matas de pimientos,
albahacas, a mosquitos
y pulgones ahuyentaron,
y en las albercas, los
niños,
con gran gozo se bañaron.