Poemas de Juan Junquera Borrazas


Desta fortuna mejor me aparto

¿Quién permite viles daños?
¡Los años!
¿Quién nos permite sufrir?
¡Vivir!
¿Quién nos causa un gran dolor?
¡Amor!

Desta fortuna mejor
me aparto, ya entenderéis
mi desazón cuando deis
los años, vivir y amor.

(Ovillejo)


Es tiempo de escribir

Ya se van de mi mente las ideas
de tantos años de escritura sana,
agora toca redactar mañana

para así renovarlas y las veas
escritas en el folio cuando leas...
Díceme mi querida musa anciana
su inspiración de luz que siempre emana
estructuras y rimas, pues planteas
tantos versos escritos por mi mano
que nunca acabarán si tengo suerte.
Ejerciendo el oficio de escribano
desde mi edad lozana hasta la muerte
que siempre acude y deja todo en vano,
pues nunca he visto autoridad tan fuerte.


Una octava real he de escribir

Una octava real he de escribir
con docta y diestra mano en poesía
no debiendo en mis versos presumir,
pues con constancia se me iguala un día
y al otro me pasáis, sin competir,
con versos de opulenta melodía.
Pero antes debo instruiros en el trivio
para que redactéis con más alivio.

(Octava real)


Halagos de una amiga a ciertos sonetos

Si halagáis mis sonetos con mesura
señora mía os lo agradezco mucho,
pues sois mi amiga y por eso os escucho
alabanzas y fallos con dulzura

porque es mi obligación con la escritura.
Escribir sin descanso en lo que lucho
por hacerme un lugar en un cuartucho
sentado con mi mente que procura

escribir mis magníficos sonetos.
Gracias mujer por tu valoración
que me anima a seguir con los cuartetos

y tercetos de puro corazón,
pues viéndolos escritos y completos
todos notan belleza del tirón.

(Soneto)


Las penas de la mujer maltratada

Aquesta joya de la creación
que da la vida por sus niños chicos
o mayores de edad, pues en heroicos
gestos les dio la vida del tirón,

sin pensárselo dos veces por don.
¿Quién te pega partiéndote en añicos
entre tantos primates y borricos
que les falta un honrado corazón?

Ve con quien verdaderamente te ame
mujer manifestando una sonrisa
feliz cuando te ve, y no te difame

con la intención de que seas sumisa.
Sigue luchando y que no te proclame
como suya en la vida, pues divisa

la escapatoria y sigue hasta el final.
Amiga mía yo si te respeto
aunque sea a través deste soneto
para frenar tu padecer y mal

que te atormenta aislándote en mortal
cautiverio, oprimiendo por completo
tus ganas de vivir por un sujeto
abyecto que no vale nada. Sal,

sal de esa situación que te somete
y sé feliz con quien tú quieras, cuando
surja un amor tan fuerte que complete

tu corazón dañado procurando
que no pase lo mismo si promete
quererte y respetarte, siempre amando.

Ahora disfrutad con plenitud
del amor y la vida pues apenas
habéis gozado de vivir, condenas
y maldices al hombre con quietud

desahogándote con lentitud.
Tu última lágrima de tantas penas
que soportaste, libre de cadenas,
libre de toda vil esclavitud.

¿Por qué os sentís mujer menospreciada
si sois inspiración con gran dulzura?
De todas la mejor conmemorada

por tu gran valentía en tal postura,
pues fuiste sin piedad apaleada
quitándote en el rostro fermosura.


La Luna argéntea…  

La Luna argéntea en el cielo oscuro
ilumina el planeta reflejando
la luz del Sol mientras que voy engendrando
este soneto de carácter puro.

¡Oh Luna en esta noche te conjuro
para que escuches lo que recitando
estoy de corazón, pues redactando
estos versos sin duda me aventuro

en un mágico mundo de ilusiones!
Astro de falsa luz tan blanquecina,
de pálida belleza en las pasiones

de los enamorados pues destina
los sentimientos en sus corazones
a su amor que besándose culmina.

Soneto.


Plectro cuitado

Viendo venir a mi sentir cuitado
acompañando al plectro en poesía
que entristece mi escrito y melodía,
ya que me encuentro en vida marchitado


y estoy por mi penar acompañado.
Mal que mi corazón abrazaría
fuertemente por ver la luz del día.
¿Cuántas veces he sido rechazado?

Tanto llanto y tristezas me han vencido
sin argumento alguno ni razón,
dejándome mujer muy dolorido.

Pues no tenéis señora corazón
y me arrepiento haberte complacido
entregándote todo sin opción.

(Soneto)


Pasión

Un nuevo día empieza con contento
Sol que los labios dora, da su rojo
color de sangre y rosa bella al ojo
que los mira incansable en un aliento,

de tu boca a la mía se derrite.
Se funde tierra y cielo amada mía
en la pasión ardiente que venía
con fuego abrasador, que te transmite

paz y amor con un gesto inofensivo.
Abrázame mujer y no me dejes
nunca, sin ti me pierdo en la mañana

que tu luz al sendero guíe altivo,
y nos conduzca astucia de los pejes
a dar con una flecha a ciega diana.

(Soneto de cuartetos independientes)