Paisajes
Resonó
el
viejo reloj de la torre.
Su
figura dio
doce
campanadas
rotundas,
perfectas,
que
se columpiaron
en
el arco frío
de
la plaza.
Su
voz se perdió
por
los callejones
vacíos
de almas.
Sobre
el campanario,
tierra
de cigüeñas,
alumbró
la luna
la
figura estrecha
de
un ciprés,
saludando
al viento.
El
canto de un gallo
saltó
la alambrada del sueño,
llamando
a la puerta
de
los despertares.
Andaba
la noche
con
pasos ligeros
hacia
su equinoccio.
Las
ramas de los limoneros
alzaban
su olor,
verde
y limpio.
Asomó
La
punta de un ala
un
alba confusa
entre
los jirones
de
bruma.
Julia Jiménez Caraballo es miembro de honor de la Unión Nacional de Escritores de España.
Julia Jiménez Caraballo es miembro de honor de la Unión Nacional de Escritores de España.