Artículo de Javier López Campillo
Retirado ya del mundo del cine, el actor
norteamericano dedica gran parte de su tiempo libre a escribir novelas.
Eugene (Gene) Allen Hackman, nacido en 1930 y
compañero de generación de Robert Duvall,
es, al igual que el intérprete de "El Padrino", una estrella de
brillo tardío que hasta los treinta años no se sintió atraído por el mundo de
la interpretación.
De poderosa personalidad, el dos veces ganador
del Óscar ha dado lustre con su presencia a multitud de películas.
Tras cometidos secundarios en los 60, pasó a
convertirse en estrella durante los años 70, y en secundario de lujo en las décadas
siguientes.
Aunque haya intervenido en más de setenta
películas, las cinco siguientes suponen un buen resumen de su trabajo.
Bonnie & Clyde
En 1967, con la recreación de las aventuras de
esta legendaria y real pareja de forajidos, el director Athur Penn revolucionó
la anquilosada industria cinematográfica norteamericana de la época.
Este título, pese a que la mayor parte de la
gloria se la llevase la pareja protagonista (los bellos Warren Beatty y Faye
Dunaway), supondría un paso decisivo en la carrera de Hackman. A sus treinta y
siete años, interpretando a Buck, el hermano mayor de Clyde, el actor consiguió
que se le empezase a tener en cuenta.
The French Connetion
Este realista thriller policíaco de 1971 lo
convirtió en estrella y le hizo ganar además el Óscar como mejor actor
principal.
Hackman encarnó al expeditivo Popeye Dooley,
detective de narcóticos de la policía de Nueva York, quien junto a su compañero
Russo (Roy Sheider) intentará impedir la entrada en tierras norteamericanas de
un importante cargamento
de droga. Para conseguirlo habrán de enfrentarse al escurridizo Alain
Charnier (Fernando Rey).
La película fue dirigida por William Friedkin
("El exorcista"), autor hoy un tanto olvidado, pero que gozó durante
la década de los setenta de un enorme prestigio.
Supermán
Producida en 1978 por los hermanos Salkind,
Alexander e Ilya, la adaptación cinematográfica de las aventuras del mítico
superhéroe de DC Comics contó con la presencia de Hackman interpretando al
malvado criminal Lex Luthor.
Además de él, un reparto lujoso (Marlon Brando,
Glenn Ford, Patricia Neal, Jackie Cooper o Ned Beatty) escoltó a un actor
todavía inexperto, el malogrado Christopher Reeve.
Hackman logró una buena interpretación,
formando una inolvidable pareja cómica con Otis, su torpe ayudante (Beatty).
El actor repetiría papel en sucesivas secuelas
(cada vez de menor calidad) de esta exitosa saga, aunque cada vez a costa de
caricaturizar más y más a su personaje.
Arde Mississippi
Interpretando al cínico y duro agente Anderson
del FBI, en este drama racial dirigido por el irregular realizador
británico Alan Parker en
1988, Hackman convenció a crítica y público.
La trama de la película se ambienta en el sur
de los Estados Unidos, en 1964, época de discriminaciones raciales. La
desaparición de unos jóvenes defensores de los derechos civiles en un pueblo de
Mississippi, provocará la llegada de dos agentes del FBI: el ex sheriff sureño,
interpretado por Hackman, y el más joven e idealista Ward, al que da vida
Willen Dafoe.
Esta excelente película (junto con "El
corazón del Ángel" lo mejor que ha dirigido Parker), supone un auténtico
recital interpretativo del actor.
Sin Perdón
El último director clásico, Clint_Eastwood, iba a
concederle al actor el que sería uno de sus últimos grandes papeles.
Interpretando al duro
Sheriff Little Bill Daggett (un hombre cuyo mayor sueño es retirarse
a vivir sus últimos años de vida a la casa que se está construyendo a las
afueras del pueblo), Hackman se convierte en un hombre de ley al que sus principios
y formas poco ortodoxas conducen a la muerte.
El actor ganaría con esta película su segundo
Óscar de Hollywood, aunque esta vez como actor secundario.
A veces le basta su sola presencia para llenar
la pantalla, otras ha intervenido en películas de ínfima calidad, pero, sin
duda, Gene Hackman es uno de los grandes actores de la historia del cine.