Poema de Francisco Javier
Romero Alanzabes
Rodea la luna su perfil inocente,
rarezas de inviernos desnutridos de ti.
El vuelo se hace ameno, placentero,
y suena el reloj de los Martes, sin freno.
Cuerdas de goma tus brazos,
jazmines frescos tu sonrisa,
paraíso secreto tus labios.
regazo prematuro en tus prisas.
Eres tú o la nada, el todo de mí,
la silueta transparente de mi sombra,
eres la impaciencia de las madrugadas,
la sublime causa cuando el alma despiertas,
la libertad de las almas enjauladas,
una estrella cargada, brillante y soñolienta.
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