Poema de Mariano Peña Albares
la casita de música es todo
silencio.
La casita de música a la que dábamos
cuerda
y su xilofón de notas entonaba
recuerdos.
La casita de música con su tejado de
almagra
guardando los sueños
de una historia reverdecida
en la primavera soñada
de los alados almendros.
El estanque rizado
mueve sus olas a la par del viento
y caen las flores
en el fotograma del agua
girando, desdibujadas sonrisas
en un vals risueño.
Es la hora en que los pájaros cantores
buscan las ramas
acunados por el crepúsculo incierto
dónde cesan sus trinos
esperando la luz que encienda
los cristales por dentro.
La casita de música
se duerme en las sombras.
Desde que te marchaste
están oxidados sus resortes sonoros
y por la puerta entornada
sale a borbotones
el aterido silencio.