Yolanda Corell, poemas


Quebrantos

Llegaste, como llegan las mañanas

con el abrigo grueso del invierno,

con volutas de luz en desgobierno,

con perfume de azufre entre las canas.

 

Ceñiste tus sabores a mis ganas

añadiendo la pena a mi cuaderno,

maquillando la espera del averno,

dibujando pasión en las ventanas.

 

El alma me desnuda en un poema

rumiando la tristeza que describe

nostalgias de un pasado tan cercano.

 

Conjugo en nota el llanto que me quema

porque en la soledad no se prohíbe

vestir luto a las teclas de mi piano.


Ser

No quiero morir en más guerras,

no hay lugar en mi alma

para guardar más batallas.

Solo quiero ser

la brasa encendida

en el fuego que crepita.

Ser el pelo por el que danzan

las yemas de unos dedos.

El abrazo que en la noche

me calme dormida.

El agua de lluvia

que se queda recogida

en los pliegues del tronco

de algún árbol.

Solo quiero ser

una sílaba perdida

posada en cualquier verso

de un poema.

Del poemario “Desde dentro”

 

Ahora

Ahora,

que me escuecen las entrañas

y se ahoga el alma en la mistela.

 

Ahora,

que supuran cicatrices

del negro más oscuro en las costuras.

 

Ahora

quiero decir,

Amor,

tu nombre.

 

Que me duelen los labios de vacío

y agoniza la piel en la besana.

 

Que marchitan en mi cuerpo

los susurros

y en los pulsos mueren

mendigando los latidos.

 

Amor, que despiertas telarañas

de sentires relegados a los sueños,

me atraviesas moribunda

como lluvia contenida,

en cadena perpetua desterrada.

 

En esta tarde

silente de tu ausencia,

la soledad

tortura mis pestañas.

Del poemario "Versos como espinas en la almohada"


Yolanda Corell es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.