Figuraciones en una silla de ruedas
Me veo en mi vieja silla de ruedas, sin
embargo
siento la libertad, como el ave
trotamundos
que no distingue torpes fronteras,
ni los bordes en los mapas del
hombre,
y salva murallas y verjas hechas con desprecios.
He abierto puertas cerradas con
pestillos de acero
saltando sobre profundas zanjas
hechas así,
por infinitas manos manchadas, sucias
con el sudor de todos los inocentes
del mundo.
Y pruebo con ansiedad todas las ventanas
abiertas
en busca de una emoción que soñamos
día a día.
Después me doy cuenta de que no tengo
silla,
ni yo nunca tropecé con vallas
insuperables,
pero todo se me desvanecía en la memoria,
cuándo moría una suave y blanca
paloma
en el alfeizar de mi balcón.
Amanecía muy pronto en la dehesa de
mis sueños
dónde un tamboril sonaba levemente
balo los cielos de un verano azul,
y yo agradecía vivir otro día en mi
silla de ruedas
mirando más allá de la pared de mu habitación.
Verano de 2022
Decidme, ¡ay¡, si es verdad que ya no quedan
primaveras; contadme, por favor, si todavía
exíste la patria, o un niño soñando el futuro.
Venid y habladme sin prisas y sin lágrimas si
suenan los versos del Ausente, o se escuchan
las notas del Cara al sol que un día los poetas
nos dejaron aquí, como el tesoro a guardar;
¡contadme, sí¡, que aun viven camaradas que
arriban sus ojos hacia el cielo mahón, donde
habitan luceros, y el espacio parece infinito
o se convierte en tu propio hogar, para no ser
nunca olvidados y estar contigo en el tiempo.
Cantadme muy cerca , aquellas canciones de
Jóvenes escritas con poemas de amor, versos
serenos que nacen desde el fondo del alma.
Gritad, ¡Dios mío¡ que aun resisten las rosas,
Pero todo lo que digo, ¿sería posible, o solo
eran los bellos deseos de un pobre ingenuo?
Después del COVID 19. Lamentos y alegría
I
Para cuando nosotros regresemos, te
daré un abrazo, amigo y compañero,
podré decir, ¿Hola, cómo estás? Y al
momento, preguntarte por los tuyos,
aplaudir de corazón tu buen aspecto,
y saber si has leído el último poema
que te envié por email.
O qué has hecho en estos largos días
que sufríamos estando confinados;
cuándo volvamos, cuándo volvamos
a la misma rutina del trabajo diario,
a las amables palabras que ya vuelan
en sinceras y cálidas conversaciones,
iremos después al café de la esquina
y saludaré muy feliz al fiel camarero,
al noble y honesto amigo de siempre,
aquel Juan sin nombre, cómplice de
tantas confidencias compartidas, que
vivió la derrota de la trampa del Covid.
II
Hablaríamos también de ese extraño
juego de prometernos solo la verdad,
para ser diferentes en este universo
que aun nos enerva.
Habría que mirarnos de otra manera,
sin recelos en el rostro, ni miedos por
decirnos la justa realidad de nosotros
mismos; la memoria de nuestra vida,
las ilusiones buscadas, el cáliz de una
gran aventura que hemos idealizado,
o un sueño que se desvaneció un día
de tristeza y lágrimas.
Tenemos que descubrirnos. como el
que halla el papiro de un reino clásico
de desconocidas y mágicas historias.
Dejemos atrás viejos rencores y esas
Inútiles luchas entre unos y los otros,
Acaso fumaremos la pipa de la paz, y
y juntos cantar himnos de amor.
III
Las calles volverían a ser un lugar de
encuentro, y las manos abiertas serían
siempre el signo de amistad: los puños
cerrados quedaron al olvido en todos
los hombres, que al fin son hermanos,
y este Covid19, solo removió empeños
para vivir con lo mejor de la voluntad,
que aquí nos debemos.
Fue solo una sombra oscureciendo un
tiempo de inquietudes, que solamente
la solidaridad de tantos españoles. de
Zaragoza hasta Cádiz, del Ferrol hasta
un lejano Cabo de Gata, supieron ganar
y dejarnos otras mañanas, que nada ni
nadie quisieran robarnos hoy; ya todos
hemos vencido al Covid.
IV
Y de nuevo nos vendrán otros tiempos
donde hasta el aire será más respirable.
y este cielo que ahora aparece revuelto
dejará caer su manto de suaves estrellas
que luzcan su brillo blanquísimo, en los
ojos de todos nosotros, siempre en pos
de una existencia sin traumas.
Entonces volveremos a reir, como si
hubiéramos inventado las primaveras.
Cieza, Octubre de 2020
Eduardo López Pascual es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.