Mapa
Y siento que desde el nacimiento
lo vivido permanece inalterable
como un mapa
al que podemos regresar
cuando nos hayamos perdido o reencontrado.
Es el camino de vuelta a casa,
hay señales,
una mano, un gesto
una palabra, un silencio.
Regreso a recoger una carta nunca leída,
un beso estancado en la garganta,
un abrazo descolgado detrás de la puerta.
Algún olvido pequeño
o no tanto para otros, quizás.
Sí, es un mapa
aunque algunos caminos
se hallan borrado de polvo y piedras.
Quiero volver,
o no regresar jamás
como un túnel en el que nunca
quisimos estar pero estuvimos.
¿Por qué amor te elegí para
este sufrir con pausas de paz?,
¿por qué aquel destino de amor
destrozado con tanto amor construido?,
o ¿ fue la vida quien te señaló
para éste tu designio?,
o ¿solo tú lo elegiste?.
Dulce sabe este dolor,
hoy me sabe a dulce el recuerdo.
Es extraño que sucesos del pasado
vuelvan a colarse
por los pliegues de mi cuerpo
con texturas de ternura
y una cierta sonrisa irónica.
Al caer la tarde
Al caer la tarde
ruidosamente penetras en la tierra,
abordando la nada y el abismo,
abrazando el ocaso y los laureles
y gritando silenciosamente
la embriaguez de tiempo.
¡Ay, alma dolorida de amaneceres
que al caer mansamente
penetras en la tierra!,
como hieres al halcón dorado
que duerme profundamente en la rama
y sueña con el beso de la noche.
Y como mi mano sigilosamente
acaricia la nube de tu alma
para no despertarte.
Si supieras ¡ay alma dolorida y amante
como mis manos silenciosamente
penetran en la tierra!
Apareces en las tardes de luz
Apareces en las tardes de luz,
filtrándote en mi alma de sombras,
rebosando cada atardecer
peces melancólicos,
y surges cada día y cada segundo
como un dragón extraño
de mil formas,
abrazando mi vida como un océano
sin fondo.
Y te muestras en ni camino
sin llamarte
y sin saberlo
como una distancia cercana
y como un paraíso de besos.
Y… después ¡casi sin tocarte!,
te desvaneces como nube de polvo dorado
te alejas como viento de otoño,
y me abrazas y me miras diciéndome
adiós.
Última canción
“Que nada nos defina, que nada nos sujete.
Que sea la Libertad nuestra propia sustancia”
(Simone de Beauvoir)
Arboles de mi tierra-amada de mi tierra-casa
arboles madre-rosa de lana. Paineira te nombran.
Magnolias de Colombia. Cedros de Perú.
Palmas de cera. Pinares y castaños de Andalucía.
Cantad la última canción por ellas: Mujeres del mundo
Orquídeas en tu frente mujer de oro.
Caléndulas sagradas en tu boca mujer de barro.
Jazmines de plata y sangre en tus brazos de fuego.
Todas las letras de cualquier alfabeto llevan tu nombre
Sin distinciones de cualquier dimensión o frontera o lindes que quieran imponerte.
Solo se escucha un clamor exiliado del tiempo
Parece la última canción y jamás se apagara
Una y otra vez suena dulce la melodía de vuestros nombres
Empujadas por la brutal fuerza y asesina fuerza y maldad fuerza ...
Y torturadas y masacradas y violadas y negadasss una y mil veces
Por voraces monstruos, viles monstruos...
Mujer de certezas, férrea voluntad ante monstruos devoradores
Mujer de dudas, de sin miedo a la incertidumbre y la calma en tus manos
Mujer de luchas, trasfiguras la derrotas en estrellas de luz...
Una plegaria por siempre Amor por ellas
Arboles de nuestra tierra
Arboles hermanos. Ríos. Mares. Glaciares. Montes..
Tierra toda desde tu centro madre-mujer
Abraza a todas las mujeres que te habitan
En especial a ellas, las que ya están en tu última raíz de vida
Las que le arrebataron de cuajo su destino
Acógelas en la próxima frontera.
Y cantales la última canción que nunca muere.
Notas: Jane Caputti. Diana E.R.Russell. Estela Barnes (presidenta “de las abuelas de la plaza de mayo”. Carol Orlock (impulsó en 1976 la organización del Tribunal Internacional sobre Crímenes contra las Mujeres).todas ellas fueron pioneras en declarar ante el mundo los maltratos físicos, psicológicos... de toda índole, LOS FEMICIDIOS causados en todo el planeta.
No hay nada que decir.
Volver a la Paz
Volver a la Paz.
Redescubrir la infancia
olvidada, sepultada
en los entresijos del pensamiento.
Juegos bajo el sol en la plaza del pueblo.
Salpicarnos de barro en tardes de picanche.
Danzar en zancos de latas por calles empedradas.
Bajar al huerto, cruzar el rio y coger renacuajos,
Zambullirnos en albercas de agua helada
con las sombras refrescantes de higueras…
Y no parar de reír a carcajadas
de soñar en bailes y tan cerca tu cuerpo
y besar al joven enamorado.
Si, recuperar esa Paz
no darle más tregua,
cogerla,
atraparla de improviso
y meterla en el bolsillo
acariciarla suavemente, suavemente…
Y saber que los días suceden
con esa cautela silenciosa
sin aspavientos,
con el reposo dulce
de quien ha vuelto al hogar.
Y dejarse llevar
casi bailar con la noche,
en este universo de tanta fragilidad
habitada.
No quiero olvidar
En el espacio cotidiano,
sentada en el sillón de mi bisabuelo
una luz azulada da calor a este corazón perdido.
Rebusco palabras escritas hace años
como fotografías de tu existencia
marcada en fuego y viento
en estos mis dedos de pulso titubeante.
Hay signos de susurros inacabados,
besos en batallas perdidas de antemano.
Tocar esa percha en madera plomizo
donde la chaqueta panera
se deshacía en mis hombros
como un sueño que arropa la noche.
Decir hola en noches de tormenta
sin respuesta,
dibujar tus manos con la timidez de una colegiala.
No saber qué hacer ni qué decir.
Y seguimos en silencio,
nuestro cómplice lenguaje.
Me deslizo en tus sueños,
a buscar la sombra
de que fuiste y eres real.
Es un solo acto
Es un solo acto
Es una mañana de otoño
Es una mañana de otoño
Solo Amor.
Hebras melancólicas
Bella espuma: mundo detenido
colgada en el ocaso
turbas los invisibles besos
del viento y del amante.
Dichosa escucho
a la tristeza
de rayos hermosísimos
que pretende
La desnudez
de la verdad
y el gozo.
Ah tiempo imborrable
de perdida
y océanos.
Lejana Libertad
en tus manos envejezco
y mastico
el olor ardiente
del pasado
deshecho
en hebras
melancólicas.
Escarbar en mi boca
“Me gusta observar el mundo como si
¡me envuelvo y me rebelo!
Mansedumbres
(Una tarde en Barcelona fuimos mi hija y yo a ver una exposición
Salgo de mi ensimismamiento cuando escucho
Las palabras de Shakespeare se diluyen…
Amigo Bukowski
(“…Hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir
Resistencia
Me desplazo
Renací en las sombras
Soy tanto de tí
de nada…
Quizá impasible
un instante ciego.