Alejandro Señoris, poemas


Ha muerto un peón

Ha muerto un peón exclamaron,
los medios sociales solo comentaban,
como si fuera un despojo de carne y huesos,
que no tuviera corazón ni tuviera alma.

Personas pasaron por su lado,
no cogieron sus manos aletargadas,
no dirigieron un minuto de silencio,
ni tan siquiera murmuraban.

Cuando nacemos ya estamos predestinados,
ya somos uno más en esta batalla,
donde el rencor la envidia y el odio,
se tatúa sobre nuestra piel marcada.

El dinero que tanta falta hace.
Tan solo con el sudor se gana,
nadie tiende un pañuelo en nuestro rostro,
para borrar las lágrimas de nuestra cara.

El poco amor que hay en nosotros,
se regala en fechas señaladas,
ya sea más o menos caro,
no importan los sentimientos,
se compró con sudor y lágrimas.

Ha muerto un peón señores,
como si uno más de un juego se tratara,
así se señala a ese ser humano,
que se encuentra en tierra sobre la nada.

Que fácil es levantar el dedo,
y disparar sin armas,
abusando de las bocas con hambre,
de unos hijos sedientos de esperanzas.

El pan es para el rico,
también el trigo y la cebada,
para los pobres el vino,
que el alcohol ahoga de sus miradas.

Nos engañan en las noticias,
en los medios de comunicación,
en los deportes,
así esta vida es callada.

Ha muerto un peón alguien dijo,
Y un poeta a lo lejos,
escucho de nuevo ese canto,
y el grito al cielo,
por dios tu vida no será olvidada.

Señores y señoras de este mundo,
este mundo que sentimos como casa,
no sirve de nada si no vivimos,
el que muere, ya solo calla.


Yo vine al mar

Yo vine al mar,
por que quise ser ola,
una ola libre en mi silencio,
jugando junto a la costa.

Atravesé barreras de sueños,
con estrellas en mi alcoba,
bailando con delfines,
ante el tiempo musical de las gaviotas.

El tiempo sería siempre eterno,
y grácil como el vuelo de una mariposa,
que deshoja sobre la noche un beso,
escrito sobre el pétalo dulce de una rosa.

Por eso vine al mar a ser ola,
sin nada en mis manos ,
solo soy una lágrima de mis ojos,
que una sirena sobre mi alma nombra.

Una ola que cruza junto al viento,
este mundo que cabalga indomable,
pintando sobre el amanecer el tiempo,
que nos seduce hora tras hora.

Vine a ser ola y mi equipaje,
se viste de perfume y caracolas,
junto al viejo marinero cruzó caminos,
que suspiran entre las sombras.

El sol acaricia mi cuerpo,
en cada bendición de dios padre,
para crear la verdad de un sentimiento,
que vibra cuando me tocas.

Soy un corazón que recorre el universo,
a la deriva surco cada trazo de mis versos,
para poder amarte eternamente mi amor,
ante el eco que besa tu boca.

23-02-2024


Nacer en Cádiz

Nacer en Cádiz es un beso,
que sobre su mar despierta,
es el mar con su eje dando vida,
para soñar el amanecer entre sus venas.

Ser gaditano tiene ese arte,
en el que los pintores piensan,
desatando en cada trazo de su pintura,
el fuego que despierta de su caleta.

En Cádiz se nace ya sabiendo,
que el que nace trae a esta tierra,
lo más bonito que existe en la vida,
un pedazo de su rica historia.

Porque madre se nace para eso,
para ser flamenco en el viento,
cruzando el mar de Costa a costa,
Gaditano , que tiene el alma llena de caracolas.

En este rinconcito del mundo,
Cádiz conserva la sonrisa admirable,
De con orgullo ser ese Español que viste,
Su sonrisa del fuego de su nobleza.

Si yo alguna vez me equivocara en mi camino,
Y me perdiera yo sobre mi senda,
solo escuchando el sonido leve de una guitarra,
desnudaría entre mis manos la sal de mi tierra.

Y por dos o más veces nacería,
porque no se vivir de otra manera,
dejando en mi corazón  cada latido,
que en mi Cádiz me despierta.

Y si en ti hay lo más digno,
y lo más grande que me representa,
es haber tenido una madre,
que me parió sobre tu tierra.


22 -02-2024


No soy esa mujer

No soy una voz derrotada,
que mira en un espejo su reflejo,
llorando cada lagrima de sangre,
que resbala entre mis dedos.

No soy esa niña desnuda,
abrazada por cada latigazo nuevo,
soy la que lleva en su vientre,
el calor de un hijo de nuevo.

No , no soy el enemigo de esa bala,
que tu lanzas desde el infierno,
ni el saco de tu gimnasio,
al que tu golpeas sin respeto.

No he sido nunca tu esclava,
y no lucho en ningún duelo,
soy la lluvia de esperanza,
de mi corazón eterno.

No y digo no miles de veces,
ante las manos que me ahogan,
dejando de cada grito tuyo,
secuelas sobre mi cuerpo.

Tú me prometiste amarme,
como nunca nadie lo había echo,
y te has convertido en una condena,
sobre los años que vivo en silencio.

Estoy cansada de esta lucha,
que me aborda ante el sufrimiento,
no seguiré más tus huellas,
andando descalza sobre tu desierto.

No , ya todo se acaba entre nosotros,
no soy un cántaro vacío de agua,
yo soy una mujer luchadora,
que te venció ante sus miedos.


Déjame que me calle con cada silencio tuyo

Déjame que te cuide con el alma 

regálame un latido sobre el viento,

para poder llenar cada espacio de tiempo,

de todas mis noches y mis madrugadas. 

 

Desnúdame la piel de mi cuerpo,

sobre cada pétalo nacido de escarcha,

descúbreme en cada beso de amor,

en este desierto perdido de distancias. 

 

Despiértame suavemente poco a poco,

como una gota de lluvia robada,

para germinar nuestros corazones, 

dentro de la sed de nuestras miradas.  

 

Que yo seré el lienzo de tu cuerpo,

la tierra de tu hierba mojada,

el caudal alegre de tu sonrisa,

que viste el mar triste de tu palabra. 

 

Seré un Lucero en el cielo,

de cada huella desnuda de tus pisadas 

el renacer eterno de un te quiero,

envuelto de pasiones encadenadas. 

 

Junto a ti el libro de lo eterno,

escapa de una estrofa olvidada,

para dormirte dentro de mi pecho,

cuando la luna besa tu dulce cara. 

 

TE AMO.



Mujer

Mujer me contaron de tí ,

que eres un verso escrito de palabra,

una gota de lluvia vestida de sueños,

la libertad de un beso nacido de mi alma.

Mujer de noche tu cuerpo,

se pinta de plata en una estrella,

a través de tus benditos ojos,

el mar se rinde ante tu sonrisa bella.

Entre las venas de mi silencio,

tu reflejo es música que se rebela,

deshojando de un pensamiento,

cada latido que en el pecho se despierta.

Ante el fuego de un sentimiento,

mis labios hoy te besan,

para regalarte de mis labios,

la fe bendita de tu esencia.

Ante la vida que es vida,

eres madre igual que reina,

nieve que viste de blanco,

el amanecer que te contempla.

Amar te ama cada poro,

que en mi piel se rebela,

para rendirte este pequeño tributo,

ante el ocaso de nuestra luna llena.

Hoy y cada día eres mujer,

juramento nacido de una promesa,

que te corona sobre el cielo,

para ser siempre eterna.

En ti se queda un lienzo,

que en el alma se representa,

para ser sobre tu pecho,

viento, nacido de tu naturaleza.



Vicente Blasco Ibáñez

Valenciano de gran renombre, 

eco que renace del silencio, 

de la literatura escrita por el arte, 

de las manos de tan insigne genio. 

 

Político de carácter inquebrantable, 

director del periódico el pueblo, 

ilustre imagen de la historia, 

que viaja a través del tiempo. 

 

Huella nacida de la palabra, 

que la cultura pinta en un lienzo, 

deshojando de su rebeldía valenciana, 

 palabras de luz que arrastran el viento. 

 

En el recuerdo de su pasado, 

se guarda ese secreto, 

de poder sentir en el alma, 

relatos que arden en su tintero. 

 

Entre naranjos y barracas, 

entrego grandes ideales, 

que se alzaban de su tierra, 

 a través de sus ojos inquietos. 

 

Novelista y ensayista, 

patrón y marinero, 

cauce nacido del corazón,  

a través de las venas de un verso. 

 

De la albufera a playas de levante, 

de pescadores a los huertos, 

creando de tu insigne pluma, 

realidades bajo tu cielo. 

 

Vicente Blasco ibañez, 

anacoreta vestido de luna, 

Pensamiento que es eterno, 

En ti vive valencia, 

Caudal de tus sueños. 


Caigo por el tiempo

Caigo por el tiempo,

Por sentir un beso de tus labios,

Para poder robar del alma,

Un suspiro que ama lo amado.

 

Caigo cada día al amanecer,

Y ante la noche que te sigue llamando,

Buscando en cada pétalo de una rosa,

Gotas de lluvia que renacen de mi costado.

 

Tejo junto al sol el arco iris,

Para poder quitar de tu llanto,

Cada espina que te daña,

Con las lágrimas que estas derramando.

 

Yo camino contigo amor,

Coje fuerte mi mano sobre tu mano,

Que la vida es hermosa y es para vivirla,

Dejemos en ella siempre nuestros pasos.

 

Acariciemos el corazón que palpita,

Dejemos borrado de nuestro pasado,

El dolor que nos humillaba,

Abriendo puertas ante lo soñado.

 

Abrázame solo  como tú sabes,

Con fuego  ardiendo en el pecho,

Arranquemos de nuestra fe cada verdad,

Que se levanta de los cimientos que hemos creado.

 

Cierra tus ojos y acaríciame,

Como jamás nunca has acariciado,

Deja escapar del sentimiento una sonrisa,

Ante la sed rendida de tus labios.

 

Amor ,  ama realmente como se ama,

Sin excusas ,  sin mentiras , solo ama sin pensarlo,

El amor es algo más que una palabra,

Es sentir que la vida es justa para amar,

como nunca hemos amado.




Toda Valencia unida

Toda Valencia unida,
es el fuego de un sentimiento,
que despierta en el corazón con la noche,
dentro de cada latido de nuestro pecho.
Valencianos somos de palabra,
pólvora pura convertida en sueños,
que dejan sobre nuestras almas,
el calor de nuestro sol eterno.
Ante este problema nuevo,
revelamos lo que somos,
mar tierra fuego aire renacido,
de la fe de nuestros cimientos.
Un virus no podrá con esta tierra,
porque nosotros somos el barro que modela,
la voz de nuestra tierra bendita,
que desnuda el mar ante nuestros ojos inquietos.
Orgullo es lo que siento siendo valenciano,
porque mi tierra es el león que ha descubierto,
Que cada huella que hemos andado,
vive en el recuerdo de nuestros hermanos, amigos , padres, y abuelos.
Ya desde niño te amo tanto,
que estas pequeñas palabras no son consuelo,
solo son para gritarte valencia mira que eres grande,
nunca te imaginarias todo lo que te quiero.
Gracias a todos Valencia latió esta noche,
en cada aplauso codo con codo logramos este hecho,
de agradecer a la sanidad de nuestra patria,
el abrigo que nos dan con su desvelo.



¿Qué es el tango?

El tango es un eco de percusiones insólitas,
Un latido que nace intenso en el corazón,
Acompañando cada una de las noches y de los días,
De cada paso que guarda la noche para amanecer junto al sol.

Es el tiempo que arrulla la brisa del viento,
Dejando la luz encendida de una ilusión,
Que pinta las entretelas desnudas del alma,
Entregando de la garganta la dulzura de una voz.

Se viste en buenos aires sobre la palabra,
Que alberga la melodía de un bandoneón,
Para poder despertar junto al piano pasiones,
Que renacen de la lirica de una canción.

El lumfardo idioma soñador tejido de hilo,
 Tornando en arrullo la palabra de la vos,
Que descubre la distancia de un amor,
Que se ama , desnudando su dolor.

Aparecen los primeros pasos de baile,
Dentro de cada canción,
Renaciendo en cada gota de sangre,
La bandera de una nación.

Que despierta de su silencio,
Acariciando el sol,
Sobre cada destello de la palabra,
Que entre sus manos creo Dios. 


El caballo de juguete

Ya era tarde , me dormí mirando las estrellas,
la luna acariciaba con ternura mi cabello negro,
en mis sueños vi un caballo blanco de juguete,
qué suavemente cabalgaba bajo la presión de mis dedos.

Se veían brillantes sus ojos,
Y su crin era de un pelaje muy suave,
yo corría por la casa sonriendo,
mi caballo era bello y elegante.

Ya pasadas las horas de sueño , me desperté,
y observe bajo el árbol todos los regalos,
Que dejaron a su paso esa misma noche,
Los majestuosos reyes magos.

Corrí con alegría a la cama de mis padres,
en su colchón me subí a toda prisa y saltando,
grité con impaciencia , papa,  papa , mama , mama, venid, venid 
que  los reyes magos ya trajeron para todos muchos regalos.

Se despertaron mis padres,
y apretaron suavemente su mano sobre mi mano,
me llevaron junto al árbol rodeado de luces de colores,
de chucherías y chocolates y paso a paso,
fuimos abriendo , cada uno de nuestros regalos.

A papa le dejaron una maquinilla de afeitar eléctrica,
para que su barba no pinchara,
y un perfume dulce que huele suavemente,
Que mama dice que esta echo de maderas de ebano.

A mama le trajeron una radio muy bonita,
y una ropa preciosa que la hace tan hermosa,
Que papa le regalo ese beso,
Que solo se dan los enamorados.

Ya desesperado abrí mis paquetes,
En el que apareció mi sueño,
Mi bello caballo blanco,
Lo cogí suavemente y casi llorando,
Grite gracias , gracias ,  que dicha tan feliz 
Nunca , olvidare este precioso regalo.


El niño

Hace muchos años atrás,
aconteció en el tiempo que un niño,
se arrodillaba ante Jesús en la cruz,
y le rezaba dulces palabras con cariño.

Padre , hoy es día de navidad,
y no puedo dejar de contemplarte,
quiero pedir a Dios un regalo muy especial,
que borre tu sufrimiento.

Que el te quite de tus manos,
y de tus pies los clavos,
que haga astillas esa cruz de madera ,
que robe de tu frente esa corona de espinas,
que te hace tanto daño.

Pasó ese mismo día por la casa del niño un ángel,
y contemplando su rostro triste,
y con gesto desanimado , se atrevió a preguntarle,
¿Niño por qué lloras?

A lo que el niño abrió sus ojos y mirando al ángel contesto,
he rezado a Dios padre para que ayude a su hijo,
que le quite de manos y pies sus clavos que astille esa cruz de madera,
y que quite esa corona de espinas que enjuga su sangre con su llanto.

El ángel presuroso y atento escucho sus dulces palabras,
le miro fijamente , y le contesto, sabes niño,
tú eres su mejor regalo por que tus deseos,
son siempre escuchados.
dios en ti ha renacido,
y gracias a ti la navidad ha comenzado.

Jesús está dentro de tu corazón,
y su vida esta a tu lado,
ahora puedes estar alegre,
porque Jesús te esta amando.

El niño se sintió muy feliz al escuchar la gran noticia,
se volvió a la cruz que estaba en lo alto de su camastro,
y mirándole a Jesús al rostro le dijo bendiciones,
               bendito seas eternamente padre,            
yo , también te amo.


Ábreme la puerta del tiempo

Ábreme la puerta del tiempo,
Despertando la luz de mi alma,
Transformando cada latido eterno,
En el mar dulce que nos abraza.

Rebelame tierno como siempre,
Suave como el fuego de la llama;
Fragil dentro de mi pecho,
Que resucita cada noche cerrada.

El cauce de mis labios despierta;
En el reflejo que nos alcanza,
Portando en el silencio,
Caminos escritos de nuestra
mirada.

Recordemos ante lo nuestro,
La belleza de cada palabra,
Que queda dentro de nuestra piel,
Dejando cada una de nuestras huellas marcadas.

Resucitamos sobre el viento,
Descubriendo en cada gota de escarcha,
Ese suspiro que se siente intenso,
Ante el calor del corazón que nos ama.

Juramos ante el silencio,
Cada latido que nos rescata,
De la pena del olvido,
Dentro de nuestra vida marcada.

Somos la esencia de lo eterno,
Dentro de nuestras miradas,
Creando en nuestro pecho,
La sed de vida de nuestras almas.


Voz en el corazón

Oigo la música de mi pecho,
el latido profundo de tu calor,
cada palabra que amanece del alma,
dentro de la voz bendecida del corazón.

Cruzo caminos en el desierto,
hallo huellas que mi sonrisa dibujó,
al cálido abrazo de la luna y las estrellas,
cuando nos amamos , con la llama de nuestra pasión.

Navegamos juntos en el mismo sentido,
más allá de la vida de nuestro sol,
por que juntos somos más que la eternidad vencida,
ante las gotas de rocío, desnudas de nuestro amor.

Robamos del tiempo las horas pasajeras,
y los minutos viajan en la misma dirección,
creando de la palabra de una poesía,
la profunda verdad, escrita entre los dos.

Las heridas del pasado cicatrizaron,
deshojando de cada pétalo nuestra pasión,
por que juntos somos el fuego del espíritu,
que un sentimiento borra de nuestro dolor.

Aprendimos a seguir esta lucha,
la lucha que empezó desde nuestra voz,
sabiendo que lo que nos ha unido,
se guarda, entre las manos de nuestro Dios.


Me inventaré un nuevo mundo

Has teñido de azul mi alma,
Arrebatando del mar mis silencios,
tu conquistaste de mis palabras,
Cada uno de nuestros sueños

Renaces en cada gota de mi sangre,
Me ardes dentro de mi pecho,
Desnudas la luz de mi alma,
Ante cada huella de tus dedos.

Escribo, y cada una de mis palabras,
Se tatúan en ese lienzo,
Que pinta entre mis venas,
La sed de vida de nuestro tiempo.

Después todo pasa por una razón,
Esa razón que deja un momento,
Para enredarnos con el alma,
Sobre el amanecer de nuestros cuerpos.

Alcanzamos del corazón cada latido,
Que palpita ante el verbo,
De esta promesa callada,
Herida sobre la fe de nuestro fuego.

Una vez más tejo en tus labios,
La tenue luz de mis adentros,
Donde un hombre y una mujer se aman,
Sin sentir temores ni miedos.

Aún quedan preguntas por contestarse,
Y todas tienen ese secreto,
Que se encuentra ante la odisea,
De cada gota herida de sentimientos.

Canta la mañana a la aurora,
Ante tu mirada y su reflejo,
Para conquistar de tus entrañas.
Mi voz que grita te quiero.



Arráncame la vida

Arráncame la vida,
la cruz de mi sufrimiento,
roba de mi alma la luz,
a través del calor de tus besos.

Pinta de mis ojos la mirada,
que yo bebo de entre tus dedos,
dejando en mi ser cada palabra,
que renace desde mi pecho.

Recuérdame junto al aire,
que desnuda mi aliento,
creando este amor que palpita,
sobre el caudal de un te quiero.

Desnúdame cada día esta herida,
dejando sobre mi lecho,
cada momento de vida,
que revela nuestro silencio.

Seamos dos sombras furtivas,
que en la noche se escaparon,
para crear en cada paso,
verdades junto al cielo.

Dejemos esa rosa en el alma,
despertemos de este momento,
el amanecer más hermoso,
que tu bendices de mi tiempo.

Tu, gota delicada de rocío,
que engalana mi mirada,
palabra dulce repetida,
ante este canto eterno.

La tenue calma de esta llama,
se desprende de sentimientos,
dejando paso al alba,
que encierra nuestro secreto.


A mi querido padre

En una gota de lluvia junto al alma,
desojo cada uno de tus recuerdos,
para poder decirte cada día en la distancia,
que te quiero más de lo que siempre he querido.

En ti dejo mi corazón,
descubriendote ante el,
con cada palabra de mi mirada,
que despierta ante todos mis sentidos.

La luna te revela sobre el cielo,
ante las estrellas ,
guardando tu reflejo en mis labios,
donde en ti siempre existo.

Desde mi niñez guardo tus palabras,
de las cuales soy el ejemplo,
que tu me diste ante la vida,
de los caminos de mi destino.

Sonrío al verte en cada fotografía,
que retiene tu imagen como si no te hubieras ido,
despertando el amanecer de mi mirada,
sobre el mar de mis profundos abismos.

Pienso en ti cada día,
mirando esa rosa que brilla al alba,
abandono en ti la vida,
que el tiempo abarca entre mis suspiros.

Llegó el momento de ese adiós tan triste,
que el viento ahogó en su silencio,
pero te quedaste en cada palabra de mis lágrimas,
ante el dulce fuego de lo vivido.

Por que tu eres el espejo en el que me reflejo,
te agradezco el tiempo de alegria que me has regalado,
por eso y muchas más cosas tu siempre serás,
esa promesa que te guarda ante mis latidos.

A ti, mi querido padre, te amo.


No soy esa mujer

No soy una voz derrotada,
que mira en un espejo su reflejo,
llorando cada lágrima de sangre,
que resbala entre mis dedos.

No soy esa niña desnuda,
abrazada por cada latigazo nuevo,
soy la que lleva en su vientre,
el calor de un hijo de nuevo.

No , no soy el enemigo de esa bala,
que tu lanzas desde el infierno,
ni el saco de tu gimnasio,
al que tu golpeas sin respeto.

No he sido nunca tu esclava,
y no lucho en ningún duelo,
soy la lluvia de esperanza,
de mi corazón eterno.

No y digo no miles de veces,
ante las manos que me ahogan,
dejando de cada grito tuyo,
secuelas sobre mi cuerpo.

Tú me prometiste amarme,
como nunca nadie lo había hecho,
y te has convertido en una condena,
sobre los años que vivo en silencio.

Estoy cansada de esta lucha,
que me aborda ante el sufrimiento,
no seguiré más tus huellas,
andando descalza sobre tu desierto.

No, ya todo se acaba entre nosotros,
no soy un cántaro vacío de agua,
yo soy una mujer luchadora,
que te venció ante sus miedos.


Soñé que la noche es mía

Soñé que la noche es mía,
mi lecho se estremecía,
la luna llena reía,
mientras yo gozaba en tu cuerpo.
Me hacías sentir reina de todas las reinas.
Soñé saborear tus labios,
bajo el resplandor de estrellas,
vivir una noche intensa,

dos cuerpos en uno solo,
como una fuerte tormenta.
Soñé que la noche es mía,
desperté ya con el alba,

algo recorrió mi cuerpo,
escalofríos, temblor,
solo  me sale decir que a mi lado
te sentía con pasión.

Soñé y viví la vida soñando,
un suspiro murió en tus labios,
nació el sabor de tu boca,
y todo comenzó con un beso.

¿Soñé? quizás no fuese un sueño,
tus manos sobre mis manos,
tu alma sobre mi alma,
y al fin juntos, un mismo corazón.

Dentro de cada palabra,
de todo mi tiempo,
dibuje tu sonrisa,
cuando sufría con dolor.

Real eres como la vida misma,
ya dejaste de ser un sueño,
el mar es la voz de tu mirada,
que bendice nuestro amor.


Vivo sin vivir

Vivo sin vivir,
por que sin ti no me hallo,
y aunque me busco no me veo,
solo tus ojos iluminan mis pasos.

Día tras día te busco pacientemente,
y junto al aire sigo recordando,
cada gota de vida de tus ojos,
que en mi silencio he besado.

Contigo tengo todo amada mía,
el fuego que me arde en mi costado,
el vergel de mi fe escrita,
que entre mis dedos te sigue amando.

Despierto y te siento en el alma,
dejando en mi corazón alado,
la verdad de cada sentimiento,
que en mi ser has creado.

Las palabras se quedan cortas,
y el amanecer se levanta temprano,
para forjarte en cada herida,
que lleva tu nombre grabado.

Tu eres mi lucero de noche,
el sol de la mañana que me atrapa en su abrazo,
la voz bendita de tu imagen la guardo,
en cada reflejo rendido de mis labios.

Vivo sin vivir amor mío,
y cada día te sigo amando,
más que la voz que te recita,
este poema que yo te canto.

Agradezco a dios cada día por tu compañía,
y aun hoy te sigo respirando,
por que tu eres mi voz que se ilumina,
a cada paso de mis años.


En el silencio de tu aroma

En el silencio de tu aroma,
vivo yo para poder amarte,
a través del influjo de tu mirada,
mis manos se despiertan sobre el aire.

Encuentro en tu rostro ese momento,
que permanece en el tiempo inalterable,
como el mar de fondo que me abraza de tus labios,
cuando sobre mi pecho yo puedo reposarte.

En ti dejo cada uno de mis deseos y mis anhelos,
cada latido que en mi corazón arde,
cada gota de lluvia de mi propia sangre,
Que dentro de mi alma desea abrazarte.

Tu eres la luz que desciende en mi camino,
el milagro escrito donde todo renace,
el bajel desnudo de mis sentimientos,
que en tu mirada me reflejan al mirarte.

Vibro ante cada uno de tus pasos,
Cuando el alba viene a despertarme,
Ante el arco iris rendido de tu pelo,
que sobre mi piel vuelve a besarte.

Una rosa roja es la única testigo,
De este silencio que se debate,
Entre las sombras de un mismo secreto,
Dejando estrellas en esta noche inolvidable.  


Carta para Lucía 2

De por qué te amo,
las palabras se quedan cortas para este sentimiento,
solo sé que mis labios mueren por tus dulces besos
siento que mi alma arde y tu estas dentro de mi pecho.

Guardo de tus ojos mi fiel reflejo,
amor te amo tanto que sin ti no hay consuelo,
solo lágrimas que te extrañan,
por ser parte de mi pensamiento.

Dejas en mi esa flecha,
que Cupido enveneno de sentimiento,
despiertas de mi ser la sonrisa,
que abrazo con un te quiero.

Despiertas en la noche las estrellas,
que desean sobre el cielo,
cada palpito herido de tu ser,
durmiéndose sobre mi cuerpo.

Tengo que explicarte que mi vida,
viaja junto al viento,
para llegar a tu lado en la distancia,
sabiendo que contigo todo lo tengo.

Esta carta es una melodía,
que remueve mis cimientos,
sabiendo que cada día que pasa,
más te echo de menos

Pero no muero por quererte,
si te amo sin remedio,
tu formas la lirica,
de cada latido de mi cuerpo.

Sin más que poder decirte,
solo te dejo esto,
tu eres mi vida,
y tú eres lo que más quiero.

besos mi dulce amor.
Tu naces del caudal de mi corazón.


El mar la roca (Ella)

La tempestad llegó triste,
el viento la abrazó,
se oye como el mar riza sus olas.
Las lágrimas que el mar derrama
van en busca de tu amor
y allí a lo lejos como dormida
ella apareció
subida a la roca
vestida de brisa de sal y de color
esa tempestad cayó sobre ella
y sobre ella despertó el sol.
Las gaviotas dibujaron sobre ella
la sombra espumosa de su interior.
Ella triste parecía, pero sus ojos
no tienen dolor
sus lágrimas son de plata
por los rayos que manda el sol.
¿Son signos de alegría?
¿Son muestras de tu amor?
Espero llegar a tu roca
allí tan lejos donde llegue mi amor.
Ella es risa, alegría en mi interior
mi alma viajó junto al viento
con su cáliz relleno de ruegos y promesas
palabras que el tiempo encendió.
Ella es la que esculpió la roca,
la que las flores dibujó,
todo brota de ella,
la que hizo la herida
que encendió en mi interior.  


Se creó

Se creó la palabra en el horizonte,
de cada latido que tu iluminas,
desojando en mi pecho este fuego,
que el alma llena de la fe de mi vida.

Pintas en el libro de mi ser,
cada letra que germina,
haciendo florecer en el silencio,
cada una de tus semillas.

Encontraste en mis letras cada palabra,
que se levantan sobre la brisa,
para poder beber del mar cada ola,
que el viento desnuda sobre tu sonrisa.

En cada historia que creamos,
la tormenta que nos desafía,
se vence ante la calidez de un beso,
que tu reposas sobre el silencio de mis pupilas.

Desojamos de cada pétalo ese sueño,
que nos atrae a esta tierra vencida,
que ganamos pulso a pulso sobre el tiempo,
acercándonos a este amanecer en un nuevo día.

Podemos alcanzar de cada huella lejana,
cada gota de lluvia que se rendía,
para renacer en cada gota de mi sangre,
a través del viaje de mis heridas.

Ante las sombras del viento me hayo,
y encuentro en él la delicada voz que te ilumina,
descubriendo ante mis dedos,
la fe rendida de tus caricias.

Después del silencio todo queda en el presente,
la verdad que se desliza ante la tinta,
de todo lo que juntos hemos creado,
sobre cada beso de poesías.


Alejandro Señoris es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.