Delicado, valiente, talentoso,
elegante, carnal, provocativo,
ilustrado, sarcástico, creativo,
genial, cortés, profundo y luminoso.
Un bastón acompaña su armonioso
camino hacia el Olimpo narrativo,
y el can Troylo paciente y efusivo
custodia, desde lo alto, su reposo.
Es juvenil arquero de poesía,
turca pasión que en refulgente hoguera
gozosa se dirige a su agonía.
Es pluma y es metal, y es voz certera.
Y, para mí, ninguna duda cabe:
Gala es amor, quien lo leyó lo sabe.
Diego Alonso Cánovas es miembro de honor de la Unión Nacional de Escritores de España.