El dramaturgo ha enfatizado, en este sentido, que “la obra no es lo que uno está haciendo hoy, en el presente inmediato, sino que se encuentra en todo lo que hemos hecho antes y en lo que seremos capaces de hacer en el futuro".
De manos de Juan Carlos Heredia, presidente nacional de la Unión, Rojano recibió la Medalla de San Isidoro de Sevilla en el marco de un gran acto celebrado en la Fundación Antonio Gala, de Córdoba, donde un año antes había recogido el mismo reconocimiento el propio Gala. El joven dramaturgo recogió la distinción en ese escenario, por su vinculación con la Fundación en la que había sido becado como joven creador, destacando ya por una sobresaliente obra que ha merecido posteriormente otros importantes reconocimientos, entre ellos el Premio Lope de Vega, Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca, Premio Marqués de Bradomín, Premio Romero Esteo y el Premio Caja España de Teatro.