Sí, Amor con mayúscula. Amor que busca alcanzar un paisaje pleno de libertad junto al ferviente deseo de reflejar su pureza en poemas, relatos, en recuerdos. Ausencias y en todo aquello que constituye la esencia de su vida. Su concepto de Amor, humilde y sincero, se podría considerar como un verso con piel capaz de dar vida a la palabra y al silencio.
Leyendo sus escritos se vislumbran entre líneas esas asignaturas no lectivas, pero importantísimas, que hablan de la sensibilidad, del amor que el medico debe tener hacia el enfermo en todo momento. Amor sin consignas, sin condiciones, amor que Fernando Yélamos define como: “la única verdad que nos mantiene vivos y que todos compartimos”.
Fernando Yélamos es leal a sus recuerdos. Recrea vivencias en su pueblo natal, en Almería y en la Granada de calles estrechas y Cármenes escondidos en el Albaicín. Busca en las noches de otro tiempo y recupera huellas de poetas andaluces: Machado, Lorca, Alberti… y tantos otros que hoy están en el albañal del olvido. Ellos hablaron de amor, de amargos silencios, de sueños sin cuchillos y aprendieron a sobrevivir por encima de la musgosa y oscura realidad de aquellos momentos, tan llenos de odio. Fernando mira con ternura el perfil de sus almas, los recuerda y enaltece, y desde su prosa poética logra captar la serena quietud de una belleza que desde entonces brilla en el cielo de sus creaciones literarias
Tú los conoces, Fernando: los momentos tristes, los que llegan cuando la soledad roba palabras las cede al olvido y el Amor se desploma desde su gloriosa Arcadia. Entonces el tiempo se detiene y brota dolor en la conciencia del poeta, y ese dolor se hace poema en: “Quejidos de tu ausencia”, poemario laureado con el primer premio de poesía del V Certamen Internacional María Eloísa García Lorca, por su honda verdad, por su trágica belleza. También es sabido que, si miras de cerca los sueños, el mundo será tuyo, escribirás para ti y para los demás ese verso único y distinto capaz de engendrar Amor sin condiciones ni máscaras vanidosas.
Obras como: “Escenas de guerra y sentimientos”, “En busca de una luz en la oscuridad”, “Quejidos de tu ausencia”, “Dos estrellas en el cielo de los Filabres”, todas hablan de tu vida como una gran asamblea de emociones. La UNEE (Unión Nacional de Escritores Españoles) y en general el mundo literario, acogen tus escritos, los hace propios y reciben de tu acervo cultural la feraz semilla del amor continuado, casi eterno, que les ofreces a través de la palabra.
Fernando Yélamos: te queda romper el espejo del tiempo, hundir tu huella en el camino que queda, dejar la calle de preguntas, vivir sin presentimientos tristes ni miedo al olvido eterno. Con el Amor por bandera, te será fácil comprender el rito de la vida. Con tu trabajo y talento crearás belleza, calor amigo, vivir por dentro.
¡Que no te falte la luz!, ni la ilusión, ni un Dios cercano, aquel Dios sin cruz que cantaba en su saeta el Poeta del Duero.
Texto de Rafael Pérez García, miembro de la UNEE, dedicado a Fernando Yélamos con motivo de la entrega al escritor almeriense de la Medalla de San Isidoro de Sevilla.