Saludos desde el horizonte para un amor petrificado
Amado, cuando a la luz
de la luna
llegue ella,
pálida, fina,
distinguida,
y taciturna te mire,
vas a pensar
que es una princesa
bailarina
y codiciarás que pase
por tus brazos
como una estrella
caída del cielo.
Soñarás con dejarte
inundar
por su fragilidad
deseando que agriete
las piedras de tu
corazón
con labios suaves.
Dirás que la bella con
voz cristalina cantó
venciéndote en el
deshielo
de una noche robada a
la eternidad.
Pronto te percatarás
de que ella
no es más que un
espejismo
formado, gota a gota,
por mi imaginación
para romperse con el
estrépito de una ola
y refrescar tus
sentidos.
Amado, despierta por
fin.
Tu emigración al otro
lado del mar
ha sido el loable
deseo
de buscar pan para un
futuro incierto,
para darnos el calor
de un hogar
y ropa que luzca
nuestra sintonía.
Entretanto, la melodía
del anhelo
ha huido poco a poco
de tu corazón
dejándome a mí en
vela,
y lágrima a lágrima
voy sazonando
la noche del océano
que nos separa.
Amado, levántate ya,
resquebraja tu
petrificación
desencadena una
tempestad en la mar
construye barcos en tu
fantasía
envíame palomas
mensajeras
escucha mi canción,
para que pronto
vivamos lado a lado
con las almas desnudas
y sin más riqueza
que el palpitar de
nuestro amor,
creando torbellinos de
nueva vida.
Sylvia Führer Fabiola
Prueba de lectura de "El arte de la metamorfosis: Cuadros, poemas y relatos de transformación" de Octavio Ocampo y Sylvia Fabiola, Editorial Sirena de los Vientos, Toledo, 2021, pág. 93 ss
La autora, residente en Alemania, es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.