Otro día más en la recepción. Mala cobertura, peor tiempo. Datos atmosféricos inestables. "Buen día señor Lameson". El flexo de la tercera lámpara parpadea. Tengo que ir a cambiarte. "Su correo, señora Greedson". El ordenador todavía está descargando datos de la actualización nueva, la misma de siempre. No puedo intercambiar datos con nada. "Espere que le abra, señorita Lureson". Y mi móvil sin batería. Y el cargador... Enchufado en casa. "Disfruten el paseo, señores Elderson". Noventa y cinco por ciento... Noventa y seis... Noventa y siete... Noventa y ocho... Noventa y nueve... Reiniciando...
"Lo siento Don Esteenson, no volvera a pasar. Tenga un buen día, usted también". Las nuevas plantas no pegan con la decoración, las paredes están viejas, y este mostrador... Su estructura está dañada, se desmoronará en cualquier momento. "¿En que le puedo ayudar? (...) Si la puerta de la derecha." Siempre vienen tarde, nunca cuando te prometen al teléfono. Ya no queda nada. La aguja resuena al mirarla. Tres. Dos. Uno. "Puede subir solo señor Timelyson, yo ya me voy. Tercero derecha". Cambiarse. Autobús. Llegar a casa. Descansar. Reiniciando...