Este dolor no es mío
Este dolor no
es mío
No me pertenece
Mi corazón en tu mirada
En tu cuerpo desnudo
Cicatriz frente al espejo
En tus labios de grietas
En tus uñas mordidas
El tiempo y las heridas
La columna vertebral
Muñecas desnudas
Sombreros
Pelucas
Besos de carmín enmascarados
No me pertenece
Tu dolor…
¿Dónde estás ahora?
¿Dónde estás ahora
En este desasosiego
Marea de pulpos sobre mi espalda?
¿Qué guardianes vigilan
A los suicidas en la neblina de los puentes?
¿Dónde ocultas los divinos dones?
Guerreros imbatibles de noches de vigilia
Áureos horizontes
Coronas de lunas arborescentes
Tan lejos el divino sueño
Llévame a la morada de traslúcidos días
A las playas de mares interminables
Muéstrame el camino del incienso
La alhucema
El olor de tu pelo en la mañana.
La noche es una uña
La noche es una uña
Pequeña
Que se clava en la piel
Como la luna menguante de la guadaña
La tormenta es
mi pulmón
Nube gris
Que palpita la tarde
El agua es celosía
Ojos que
No me pertenecen
La piel es un pájaro
Vuela tejados
Rincones de cielo
Tu palabra es piedra
Río de arena
Urdimbre de arañas
Transparente y bella
En mi tristeza
Mi pulmón es la tormenta.
Cose mis ojos en tu vientre
Cose mis ojos en tu vientre
Grapa mi corazón en tus pestañas
Borda mi nombre sobre tu pecho
Hilo rojo en tu camisa inmaculada
Hilvana mis silencios en tus dedos
Como línea de besos inconclusos
Trenza los retales de mi pelo
En redes invisibles tras los muros
Suelda mi alma a tu palabra
A los nombres del mar
A los atardeceres de escombros
Ancla tu aliento en Poniente
Desinfecta la herida del silencio
Las esquinas de los bares.
Amo mi ciudad
Axerquía norte
El Estrecho