Crónica de un querer...


Marijose Muñoz Rubio

Callejero corazón que te pierdes en el bazar de las palabras. Me siento frágil en este fuego cruzado de miradas clavadas en mí con una secuencia inexorable.

Mercader de caricias que me vendiste la espora del deseo, aquella tarde de quimeras doradas. Hoy hago reformas en mi corazón, tengo colgado el cartel de se vende, por si alguien se apiada de mí.

Enjugo mis lágrimas pasadas en un pañuelo de hiel y voy, contando el tiempo, en otra clepsidra de metal oxidada. Cada gota salada vuela, dibujando lluvia por los azules del cielo de mi Granada.

Y recuerdo tu voz, como mariposas de ciudad, temblando las alas por rutas misteriosas de distantes anhelos.

Aún levantas las fraguas de mi cuerpo al paso de tus iris. Quiero escapar de esta rutina de llanto y renovar tu aliento de verbena en mi oído, con tus sensuales palabras que siempre me dibujan lugares para quererte y construyen puentes con vistas al olvido.

El silencio invade la medianoche en mi cama por el valle de los suspiros. No puedo cortar la tristeza con la tijera del adiós, por eso arrastro un trastero de calaveras amadas que me asaltan en cada recuerdo.

Hoy, cansada del fuego cruzado de miradas, quiero besarte los ojos, quiero apretar tu cuerpo varado de escarcha contra el mío de fuego, y deletrear tu nombre, y que cada letra anteceda al temblor de mi boca.

Marijose Muñoz Rubio es miembro de honor de la Unión Nacional de Escritores de España.