También su principal Consejera durante gran parte de su reinado, y, madrina de armas de El Cid Campeador, entre otras muchas cosas, como ven, las mujeres en la Edad Media fueron mucho mas influyentes de lo que nos han hecho creer.
Y, ésta Gran Mujer, es una de las piezas fundamentales en la historia de la Copa que se venera en León y en gran parte de España, desde dónde fieles y amantes del arte viajan a la capital leonesa con el fin de admirar, o venerar éste gran tesoro, puesto que fue a ella a quien su padre en su testamento confió el destino del Cáliz.
La Historia según dos manuscritos
traducidos por Gustavo Turienzo nos dice que, el Califa de Denia envió un barco
cargado de alimentos a Egipto a causa de una gran hambruna que asoló el país y,
que , a cambio de su generosidad, el Imán-Sultan egipcio le ofreció la joya que
él deseara, a lo que el Califa le pidió «la copa que tenían en
Jerusalén donde Jesús bebió en la última cena, y que se la entregaran a un
Obispo que estaba de peregrinación en Jerusalén con el objetivo de regalársela
a Fernando I, que «tenia el mal de la piedra» y cuyo favor quería
granjearse».
Así es como la Copa viene a Denia y luego a León, y que el Rey Fernando regaló a su hija Urraca señora de Zamora.
El Cáliz de León, o de Doña Urraca, del que hay una gran controversia sobre si es el Santo Grial o no, ya que muchas personas y entidades consideran El Cáliz de Valencia como el auténtico, pero lo cierto es que está en León desde el siglo XI, concretamente se halla en el Museo de la Basílica de San Isidoro, ha tenido una azarosa historia, pero, en principio vamos a describir la Sagrada Copa, puesto que «Sagrado» es aquel objeto que es objeto de veneración, y, al que se le atribuyen poderes sobrenaturales, algo muy subjetivo, pero lo objetivo es el poder que tiene sobre el «ánima» de los individuos.
Según Mircea Eliade en su libro «Mircea Eliade and the Dialectic of the Sacred» define lo sagrado, no tanto como una creencia, sino cómo «una experiencia personal de lo sagrado» y, afirma que no contraría, sino que complementa a «lo profano».
Es una maravilla de orfebrería románica, mandada hacer por Doña Urraca de Zamora, con sus joyas personales, y que luego lo donó a la Basílica de San Isidoro de León, llamada la «capilla Sixtina del Románico» por sus excepcionales murales, pues bien, la Copa de Jesús de León, está formada por dos vasos orientales de ónice y ágata, a modo de relicario conformando un cáliz. En la parte superior se forra el original con un cuenco de oro con decorado exteriormente con preciosos cabujones y filigranas, y enriquecida en el nudo que une la base con la copa, donde se incorporan cruces sobre fondo de esmalte verde, y con una inscripción que dice:
IN NOMINE D[OMINI] VRRACCA
FREDINA-DI
Y la traducción significa: En el nombre del Señor, Urraca [la hija] de Fernando.
Como ven la polémica está servida cómo todo lo que tiene que ver con Cristo, cómo dice un amigo mio, «si estas reliquias fueran de Buda, nadie las pondría en cuestión».
Por otra parte si bien es cierto que la leyenda del Santo Grial, saltó a la fama y el misterio a raiz de los cuentos artúricos, la realidad es que la primera vez que sale en un texto llamado «Breviarius» escrito por un peregrino anónimo que refleja su viaje a Jerusalén y lo que admiró «en uno de los edificios alrededor del Santo Sepulcro había expuesto un Cáliz que decían que era el que el Señor utilizó en la Última Cena», pero no ha sido el único, ha habido otros que detallaré en un artículo posterior más extenso.
Al fin y al cabo….El Santo Grial está en España.
Fuensanta Santos es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.